Medio millar de manifestantes se congregan en Barcelona en protesta contra el ‘Formula 1 Live Barcelona Road Show’
El fin de semana vibró al ritmo de los motores de Fórmula 1 en Barcelona, pero no todos estaban entusiasmados con el evento. En lugar de unirse a las decenas de miles de espectadores en el ‘Formula 1 Live Barcelona Road Show’, alrededor de 500 manifestantes se congregaron en la calle Balmes para protestar contra el espectáculo automovilístico.
Este corte de tráfico improvisado se sumó a los ya anunciados para el evento en el paseo de Gràcia, interrumpiendo la circulación durante más de una hora en una arteria del Eixample que, a priori, no se vería afectada por el show. Mientras tanto, el rugido de los motores se escuchaba a solo dos manzanas de distancia.
La protesta fue secundada por más de 200 entidades y atrajo tanto a vecinos de a pie como a activistas de los movimientos ecologistas y vecinales de la capital. Entre las asociaciones organizadoras, destacan Eixample Respira, la FAVB, el BACC y Ecologistes en Acció de Catalunya.
Protesta en bicicleta y eslóganes contra la contaminación
Los manifestantes se reunieron en el cruce de Balmes con Aragó y avanzaron por la calzada para acercarse lo máximo posible al paseo de Gràcia y leer un manifiesto. Un cordón policial les impedía llegar a la avenida del lujo, blindada con un perímetro de seguridad.
En contraposición, miles de personas llenaban las aceras de la ‘supermanzana’ creada para acoger el show, en el tramo del paseo de Gràcia entre Aragó y plaza Catalunya. Según la Guardia Urbana de Barcelona, unas 38.000 personas asistieron al espectáculo de Fórmula 1 en el paseo de Gràcia, frente a los 400 asistentes a la manifestación contraria.
Las bicicletas y los carteles contra la contaminación fueron los protagonistas de la protesta. Los manifestantes exhibieron una pancarta principal con el lema “Prou Fórmula Fum, la ciutat no está en venda”. Otros eslóganes como ‘Stop contaminació‘, ‘Contra la ciutat del PSC‘ y ‘Prou autopista urbana!‘ fueron también mostrados por los asistentes.
El portavoz de Eixample Respira, Jordi Elgström, declaró a Europa Press que el evento «va en contra» del modelo de ciudad que defienden. En sus palabras, cortar Balmes es una forma de recuperar la ciudad, apropiándose de los espacios públicos.
La Fórmula 1 es un deporte que atrae a multitudes y genera una gran cantidad de ingresos para las ciudades que albergan sus carreras. Sin embargo, como evidencia esta protesta, también puede generar preocupaciones sobre la contaminación y el uso del espacio público. A medida que Barcelona y otras ciudades se esfuerzan por ser más verdes, es probable que estos desafíos continúen surgiendo.