Celebran la primera boda 'gamer' en Valencia con Gandalf de fondo y un coche de Super Mario para los novios

El pasado sábado, en la vibrante ciudad de Valencia, se celebró un evento sin precedentes: la primera boda ‘gamer’ en el festival de videojuegos OWN. En una ceremonia que parecía sacada de un cuento de hadas, María y Raúl, dos apasionados jugadores de videojuegos, juraron amor eterno.

María y Raúl, ambos residentes de Aldaia (Valencia), se encontraron por primera vez hace nueve años en este mismo festival, específicamente en el pabellón 3 de Feria Valencia. Aunque ambos eran de la misma ciudad y compartían una pasión por el ‘gaming’, nunca se habían cruzado hasta ese fatídico día en el festival.

Un amor nacido entre consolas

Fue en una reunión de LAN donde sus caminos se cruzaron por primera vez. Rodeados de consolas, ordenadores y monitores, fue un caso de «amor a primera vista». Este amor floreció y se consolidó a través de innumerables partidas de ‘Mario Kart’, rodeados de otros ‘gamers’, informáticos y amantes de la tecnología.

María no puede contener su felicidad al hablar de Raúl, a quien considera el amor de su vida. «Gracias a él sé lo que es el amor verdadero. Estoy muy feliz de casarme en el mismo sitio donde nos conocimos», confiesa con una sonrisa. Raúl, por su parte, recuerda con cariño el momento en que vio por primera vez a su ahora esposa. «Cuando miré a los ojos de María por primera vez me enamoré. Ese momento marcó mi vida. Es mi cielo, mi ‘amoret'», confiesa con emotividad.

Al decir el «sí, quiero», tuvieron como testigo a Gandalf, un personaje icónico en el mundo de los videojuegos. La celebración de su unión continuó con una «nochelanera» de bodas, en la que se trasladaron en un vehículo de Super Mario Kart, emulando a los personajes de Mario y Peach. Según la organización, la pareja afirmó que seguirán asistiendo al festival «hasta que la muerte nos separe».

Pero esto no es todo. Los recién casados han mencionado que planean una segunda boda «más íntima» para sus seres queridos, donde oficialmente se registrarán como marido y mujer.

Este inusual evento ha generado un revuelo en la comunidad ‘gamer’, demostrando que el amor puede surgir en cualquier lugar, incluso en un festival de videojuegos. María y Raúl son un ejemplo de que se puede encontrar a la persona ideal en los lugares más inesperados, y que compartir una pasión común como los videojuegos puede ser el inicio de una bella historia de amor.

El festival de videojuegos OWN, además de ser un espacio para los amantes de los videojuegos, se ha convertido en un importante punto de encuentro para la comunidad ‘gamer’. Con eventos como este, demuestra que es mucho más que un simple certamen, y que es capaz de albergar historias de amor tan hermosas como la de María y Raúl.