Oraciones y juventud, la semilla que florece junto a la Virgen de la Fuensanta en Córdoba

La devoción mariana moviliza a los jóvenes de las hermandades en el traslado de la Patrona

La noche del pasado sábado, la ciudad vivió uno de los momentos más emblemáticos de su calendario religioso. Los jóvenes pertenecientes a distintas hermandades se unieron en un acto de fervor y devoción para acompañar a la Patrona en su traslado de ida desde el santuario hasta la Catedral. Este evento, conocido como el Vía Lucis Mariano, es una manifestación de fe y tradición que reúne a cientos de fieles en un recorrido lleno de simbolismo y espiritualidad.

La importancia del Vía Lucis Mariano en la religiosidad local

El **Vía Lucis Mariano** se ha convertido en una de las procesiones más esperadas del año, no solo por su **significado religioso**, sino también por la participación activa de los jóvenes de las hermandades. Estos grupos juveniles juegan un papel esencial en la organización y desarrollo del evento, aportando energía y dinamismo a la celebración. Durante el traslado, los jóvenes portan los estandartes y se encargan de la coordinación de los distintos tramos del recorrido, demostrando su compromiso y devoción hacia la Patrona.

La procesión comenzó a las ocho de la tarde, cuando la imagen de la Patrona fue sacada del santuario entre vítores y aplausos de los asistentes. El sonido de las campanas y el eco de las oraciones crearon una atmósfera cargada de emoción. Los jóvenes de las hermandades, vestidos con sus túnicas y distintivos, se alinearon para formar un camino de honor para la imagen sagrada. A lo largo del recorrido, se llevaron a cabo diversas estaciones de oración, donde se reflexionó sobre los misterios luminosos del Rosario, en consonancia con el espíritu del **Vía Lucis**.

La Catedral, punto final del traslado, se engalanó para recibir a la Patrona. Las luces de los cirios y los arreglos florales crearon un ambiente solemne y acogedor. Al llegar a la explanada de la Catedral, la imagen fue recibida por el obispo y el cabildo catedralicio, quienes ofrecieron una oración especial en honor a la Patrona. Los jóvenes, visiblemente emocionados, participaron activamente en los cánticos y rezos, mostrando una vez más su fervor y dedicación.

La participación de los jóvenes en este tipo de eventos es crucial para mantener viva la tradición y asegurar la continuidad de las costumbres religiosas. Las hermandades han encontrado en las nuevas generaciones un apoyo indispensable para la organización de procesiones y actos litúrgicos. Además, la implicación de los jóvenes no se limita solo a la logística del evento, sino que también se extiende a la promoción de valores como la solidaridad y la fraternidad, pilares fundamentales de la vida cristiana.

Durante el recorrido, se pudieron escuchar testimonios de algunos jóvenes que expresaron lo que significaba para ellos participar en el **Vía Lucis Mariano**. «Para mí, es un honor poder estar aquí y formar parte de algo tan grande. Es una manera de sentirme más cerca de mi fe y de mi comunidad», comentó María, una joven de 18 años perteneciente a una de las hermandades locales. Otro joven, Juan, de 20 años, añadió: «Este evento me permite conectar con mis raíces y con la historia de mi ciudad. Es una experiencia que me llena de orgullo y devoción».

La relación entre las hermandades y los jóvenes es un claro ejemplo de cómo la tradición y la modernidad pueden coexistir y complementarse. Las hermandades han sabido adaptarse a los tiempos, incorporando elementos contemporáneos sin perder la esencia de sus costumbres. Este equilibrio es fundamental para atraer a las nuevas generaciones y garantizar la pervivencia de las tradiciones religiosas a lo largo del tiempo.

El **Vía Lucis Mariano** no solo es un evento de gran relevancia religiosa, sino también un punto de encuentro para la comunidad. Familias enteras, desde los más pequeños hasta los mayores, se congregan para vivir juntos esta experiencia de fe. La presencia de los jóvenes añade un toque especial, ya que representan el futuro de las hermandades y de la propia devoción mariana. Su entusiasmo y dedicación son un reflejo de la vitalidad de la fe en la sociedad actual.

En definitiva, el traslado de la Patrona en el **Vía Lucis Mariano** es una muestra palpable de la devoción y el compromiso de los jóvenes con sus raíces y creencias. La implicación de las nuevas generaciones en este tipo de eventos asegura la continuidad de una tradición que forma parte esencial de la identidad de la ciudad. La unión de la comunidad en torno a la figura de la Patrona refuerza los lazos de fraternidad y solidaridad, valores que son más necesarios que nunca en la sociedad actual.

Para más información sobre el Vía Lucis Mariano y la participación de los jóvenes en las hermandades, puede visitar el siguiente enlace:

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