Los focos sobre el FC Barcelona se encendieron cuando el joven Fermín López se convirtió en la primera sensación de la temporada al marcar un impresionante gol contra el Real Madrid durante la gira de Estados Unidos. Este hito señaló el nacimiento de un nuevo Barça, un equipo joven con un futuro incierto y un rendimiento desconocido. El jugador de El Campillo, Onubense, que había sido cedido al Linares, se destacó con un gol magnífico y una asistencia a Ferran Torres.
El mercado de fichajes dio la bienvenida a João Cancelo, quien llegó con su paisano João Félix para completar la plantilla del Barça. Un fichaje sin coste que Xavi había deseado desde enero, una adquisición que ayudó a paliar la sequía de goles del equipo con sus cuatro aportaciones.
La nueva era del Barça, con una plantilla construida a partir de la precariedad y los chollos del mercado, se gestó con un futuro desconocido y rendimientos imprevisibles. Sin embargo, el low cost de este equipo no ha intimidado a la afición, emocionada por el esfuerzo de sus jugadores a pesar de las limitaciones. Durante un partido crucial contra el Nápoles, la participación fue mayor que nunca, con 50.301 espectadores, superando incluso el récord de asistencia en los partidos contra el Real Madrid (50.112).
La suerte de la temporada quedó en manos de los dos jugadores más jóvenes de la historia del Barça que han sido titulares: Lamine Yamal (16 años) y Pau Cubarsí (17 años). No eran simplemente acompañantes, sino futbolistas relevantes, por lo que ocuparon posiciones sensibles y delicadas. Cubarsí debutó en la Champions, defendiendo el primer ataque del Nápoles y ganando el duelo contra el temible Osimhen. Su destacada actuación le valió el trofeo al mejor jugador del partido.
Lamine Yamal, por su parte, se escapó repetidamente de Mário Rui, hasta que el portugués entendió que sólo podría frenarlo utilizando tácticas de intimidación o astucia. Yamal tuvo la oportunidad de establecer un récord como el goleador más joven de la historia, superando a Ansu Fati. Aunque no lo logró, el equipo ganó tiempo con otra eliminatoria y dos nuevas oportunidades para el joven jugador.
El nuevo Barça finalmente se apoyó en aquellos que también habían ayudado a fundar algo nuevo en su día. Sergi Roberto y Romeu se unieron al resto de los veteranos de la plantilla para asegurar que este equipo, que se empezó a gestar en julio, tuviera presencia nueve meses después en Europa.