No es habitual encontrarse a un empresario que diga «no queremos crecer más» o «me cuesta pensar en niveles empresariales» o «nos movemos con decisiones basadas en el corazón» o «nunca seremos una gran empresa a nivel de volumen» o «nos sentimos muy cómodos en este territorio». Expresa estas opiniones Ton Mata (Sant Sadurní d’Anoia, 1970), consejero delegado de Recaredo, mientras enseña las cavas de la bodega fundada por su abuelo. Estas se alargan escondidas en los subterráneos del centro de una población donde se concentran algunas de las grandes marcas de espumosos catalanes. Justo, a pie de tierra, ha vivido la familia y se encuentran hoy sus oficinas.
La filosofía de Recaredo destaca por su enfoque artesanal y su respeto por el entorno. A diferencia de otras empresas del sector que buscan expandirse y aumentar su producción, Recaredo opta por mantener su tamaño y calidad. Esta decisión, según Mata, permite a la bodega centrarse en su compromiso con la sostenibilidad y la producción de vinos de alta calidad.
Un recorrido por las cavas de Recaredo revela un proceso de producción cuidadosamente controlado, donde cada detalle cuenta. Desde la selección de las uvas hasta el envejecimiento en botella, cada paso se lleva a cabo con un rigor excepcional. Este compromiso con la excelencia ha situado a Recaredo como uno de los referentes del sector, reconocido tanto a nivel nacional como internacional.
La importancia del legado familiar
El legado familiar es un componente esencial en Recaredo. La bodega, fundada por el abuelo de Ton Mata, ha pasado de generación en generación, manteniendo siempre la tradición y los valores inculcados desde sus inicios. Esta herencia se refleja en cada botella que sale de sus cavas, siendo un testimonio del compromiso con el patrimonio familiar.
Además, la filosofía de la bodega se centra en el respeto por la biodiversidad y el medio ambiente. Recaredo ha sido pionera en la implementación de prácticas de viticultura ecológica y biodinámica, reduciendo el impacto ambiental de su producción. Estas prácticas no solo protegen el entorno, sino que también mejoran la calidad de sus vinos, haciéndolos únicos y distintivos.
El enfoque de Recaredo se alinea con una tendencia creciente en la industria, donde cada vez más consumidores valoran los productos que promueven la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. Como resultado, la bodega ha logrado captar la atención de un público que busca opciones más conscientes y responsables.
En un mundo donde la expansión y el crecimiento económico suelen ser las principales metas de las empresas, Recaredo se mantiene firme en su decisión de priorizar la calidad sobre la cantidad. Para Ton Mata y su equipo, el éxito se mide no solo en términos de cifras, sino en la capacidad de ofrecer un producto que represente sus valores y compromiso con la excelencia.
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Fuente de la información: ElPeriódico