«Los CAE pueden generar ingresos adicionales para las empresas eficientes»

El sistema de Certificación de Ahorros Energéticos (CAE) se presenta como una oportunidad para motivar actuaciones de eficiencia y reconocer las acciones que llevan a cabo las empresas que implementan medidas de ahorro energético. Estos certificados son una herramienta crucial para incentivar a las empresas y particulares a implementar medidas de eficiencia energética y reducir sus consumos.

Empresas como Konery desempeñan un papel vital en esta nueva medida. Con el objetivo de ayudar a sus clientes a identificar áreas de mejora en sus consumos energéticos e implementar medidas para reducirlos, Konery se ha acreditado como Sujeto Delegado a nivel nacional. Este estatus les permite acompañar a los clientes que son propietarios del ahorro, durante todo el proceso de Certificación de Ahorros Energéticos. De este modo, ayudan a conseguir no solo un ahorro energético en sus procesos, sino también la máxima rentabilidad en sus actuaciones de eficiencia energética, convirtiendo las inversiones en medidas de eficiencia energética en ingresos.

Los beneficios de este nuevo sistema van más allá de reducir los costes energéticos. En primer lugar, el ahorro energético contribuye a la sostenibilidad ambiental al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono. Además, implementando medidas de eficiencia energética, las empresas mejoran su competitividad al reducir costes operativos y aumentar su eficiencia en el uso de recursos. Otro importante beneficio es el acceso a incentivos económicos y financieros. En muchos casos, los certificados de ahorro energético pueden ser vendidos en el mercado energético, lo que genera ingresos adicionales para las empresas que implementan medidas de eficiencia.

No obstante, existen varios desafíos que las empresas enfrentan al implementar medidas de eficiencia energética para obtener certificados de ahorro energético. Uno de los principales desafíos es la inversión inicial. Muchas empresas son reacias a realizar gastos a corto plazo, aun cuando a largo plazo estas medidas suelen ser rentables. La falta de conocimiento y conciencia sobre la importancia de la eficiencia energética es un obstáculo para la implementación de estos sistemas. Muchas empresas no están al tanto de las oportunidades para mejorar su eficiencia energética y reducir sus costes.

Al seleccionar y ejecutar medidas de eficiencia energética para cumplir con los requisitos de los CAE, las empresas deben tener en cuenta varios aspectos. Lo primero es si la medida de ahorro es una actuación elegible al venir enmarcada en la Directiva de Eficiencia Energética. El segundo aspecto a tener en cuenta es el tipo de actuación, es decir, si es una actuación estandarizada o es una medida singular. Ambos tipos de actuaciones permiten la obtención de CAEs, pero el trabajo y la información necesaria para la verificación no será el mismo. Por último, habría que tener en cuenta el ahorro a obtener ya que va a determinar la cuantía de certificados y por tanto compensación económica que el propietario de los ahorros podrá obtener por su medida de ahorro energético.

Una de las ventajas del sistema es que es de aplicación nacional, por lo que no existen diferencias en el sistema por zona geográfica o sector industrial. La única particularidad es que las Comunidades Autónomas son las responsables de emitir los CAEs para las actuaciones realizadas en su territorio, por lo que las medidas de ahorro en caso de agruparse, tendrán que ser por Comunidad Autónoma.

El proceso de verificación y certificación del ahorro energético en el marco de estos sistemas se lleva a cabo de varias formas. En Konery, como sujeto delegado, establecen un convenio CAE con el propietario del ahorro, con el que se fijan las condiciones en las que se va a ejecutar la actuación de eficiencia energética y la contraprestación que va a recibir ese propietario del ahorro por vender esos ahorros generados. Seguidamente se realizará la comprobación del ahorro a través de una empresa verificadora certificada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), ya sea mediante el cálculo por ficha estandarizada o siguiendo un protocolo de medida para verificar la actuación singular. Una vez disponen de esa verificación, se solicita la emisión del CAE, que validará el gestor autonómico y se registrará a nivel nacional por parte del MITECO. El CAE emitido podrá ser liquidado por el sujeto obligado para hacer frente a sus obligaciones al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) en un plazo máximo de 3 años.