El impacto de los nuevos aranceles en el sector de la automoción español
El jueves pasado marcó un hito en la industria de la automoción española, ya que entraron en vigor los aranceles a las importaciones de automóviles de batería eléctrica de China de hasta un 38%. Esta medida ha sido evaluada por las patronales del sector de automoción españolas, que han expresado su preocupación argumentando que “en las guerras comerciales no hay ganadores».
Fernando Miguélez, director general de la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de vehículos (Ganvam), ha subrayado que, en este tipo de conflictos, «el que sale peor parado, casi siempre, es el consumidor, que sufre en primera persona la presión al alza de los precios, lo que puede estancar todavía más el mercado de los electrificados».
La llegada de las marcas chinas al mercado español ha generado una oferta muy competitiva y ha representado una oportunidad de negocio para los distribuidores, especialmente porque estas marcas suelen apostar por la venta a través de acuerdos con concesionarios ya establecidos, en lugar de la venta directa.
La interdependencia de la industria automotriz global
Por su parte, desde la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), se ha señalado que el mercado automovilístico chino representa un tercio de la industria global. Muchos proveedores europeos proporcionan componentes y sistemas a todos los fabricantes a nivel internacional, incluidos los chinos. «Incluso los vehículos eléctricos construidos en China a menudo incorporan muchos componentes y tecnologías fabricados por proveedores europeos», han afirmado.
Este posicionamiento se alinea con el de la Asociación Europea de Proveedores de Automoción (Clepa), que insta a los responsables políticos europeos a evitar medidas proteccionistas que podrían obstaculizar el acceso de las empresas europeas a mercados esenciales. En lugar de ello, sugieren centrarse en hacer que la UE sea más competitiva.
En esta misma línea, la Asociación de Concesionarios de España (Faconauto) ha mantenido que una «competencia sana» siempre es positiva para impulsar el sector de la automoción. «Estaremos atentos, ya que un incremento en los aranceles podría afectar tanto a la importación de vehículos como a la competitividad del mercado español. Tenemos que encontrar un equilibrio que proteja a los fabricantes locales sin obstaculizar el acceso a vehículos eléctricos más asequibles, que son cruciales para la transición hacia una movilidad más sostenible», han afirmado.
La asociación española de concesionarios también ha resaltado la importancia de que las políticas europeas alrededor del automóvil no penalicen y, al contrario, fortalezcan nuestra industria». El Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publicó los aranceles de hasta casi el 38% que el bloque impondrá desde el viernes al automóvil de batería eléctrica importado desde China, de manera temporal, mientras se negocia con Pekín una «solución» a largo plazo para los subsidios que reciben los fabricantes chinos y que los europeos ven como una ventaja «desleal» contra sus marcas.
Este incremento arancelario es una medida que busca equilibrar el campo de juego en el mercado de los vehículos eléctricos. Sin embargo, también pone de relieve la delicada interdependencia de la industria automotriz global y los retos inherentes a las guerras comerciales.