La Unión Europea ha formalizado este lunes el reconocimiento de «Cochinillo de Segovia» como Indicación Geográfica Protegida (IGP), con la publicación en el diario oficial comunitario del reglamento por el que se aprueba la protección para este nombre.
Con la inscripción formal en el registro de la Unión Europea de Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas, el cochinillo de Segovia queda protegido por los derechos de propiedad intelectual.
El etiquetado del Cochinillo de Segovia deberá incluir el logotipo de la denominación, el símbolo de la Unión Europea, la fecha de sacrificio y el número de identificación para asegurar así la trazabilidad y autenticidad del producto. «Este logro no solo impulsa la reputación del Cochinillo de Segovia, sino que también fortalece la economía local y preserva las tradiciones culinarias de la región», han destacado desde el Gobierno.
El proceso de obtención de la IGP comenzó el 6 de octubre de 2022 con la publicación de la solicitud en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por la Dirección General del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León.
La importancia del Cochinillo de Segovia
«Este logro marca un hito en la protección y reconocimiento de la calidad del «Cochinillo de Segovia», un alimento conocido por su carne tierna y sabor característico, alimentado exclusivamente con leche materna, que se distingue por sus canales de carne rosada y firme», según ha señalado este lunes en un comunicado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La zona geográfica de producción incluye toda la provincia de Segovia y la comarca de La Moraña en Ávila, donde se lleva a cabo el nacimiento, cría, sacrificio y despiece de los animales, con lo que se garantiza la frescura y calidad del producto.
El Cochinillo de Segovia, conocido por su carne tierna y sabor característico, ha sido un símbolo culinario de la región durante siglos. El reconocimiento como IGP no solo protege este producto a nivel europeo, sino que también asegura que los consumidores reciban un producto de alta calidad que cumple con los estándares estrictos establecidos por la denominación.
Este nuevo estatus de Indicación Geográfica Protegida significa que solo los cochinillos criados y procesados en esta región específica podrán llevar el nombre de «Cochinillo de Segovia». Esta medida es crucial para evitar el fraude y la competencia desleal, garantizando que el producto auténtico se distinga claramente en el mercado.
Además, la protección del Cochinillo de Segovia bajo la IGP traerá consigo beneficios económicos importantes para los productores locales. Estos podrán comercializar su producto a un precio más alto debido al reconocimiento de su calidad superior y autenticidad. Esto, a su vez, incentivará la producción sostenible y de alta calidad en la región, asegurando que las prácticas tradicionales se mantengan vivas.
El proceso de certificación ha sido riguroso y detallado, involucrando varios niveles de inspección y control. Desde el nacimiento de los cochinillos hasta su sacrificio y despiece, cada etapa del proceso debe cumplir con las normas establecidas para obtener la certificación de IGP. Esta rigurosidad garantiza que solo los productos que cumplen con estos altos estándares puedan llevar el prestigioso sello de Indicación Geográfica Protegida.
La trazabilidad del Cochinillo de Segovia es otro aspecto crucial de esta nueva designación. Cada cochinillo será etiquetado con información detallada que permite rastrear su origen y confirmar su autenticidad. Esto no solo protege a los consumidores, sino que también facilita la identificación y eliminación de productos falsificados del mercado.
La obtención del estatus de IGP también representa un logro significativo para la gastronomía española en su conjunto. El Cochinillo de Segovia se une a otros productos españoles icónicos que ya gozan de este reconocimiento, como el Jamón Ibérico y el Queso Manchego. Estos productos no solo son embajadores de la rica tradición culinaria de España, sino que también contribuyen a la economía rural y al turismo gastronómico.
El apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha sido crucial para lograr este reconocimiento. A través de la promoción de productos de alta calidad y la implementación de normas estrictas de control, el ministerio ha trabajado para asegurar que productos como el Cochinillo de Segovia reciban el reconocimiento y la protección que merecen.
La Unión Europea, por su parte, continúa su compromiso con la protección y promoción de productos alimentarios de calidad. A través de su sistema de Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas, la UE apoya a los productores locales y garantiza que los consumidores tengan acceso a productos auténticos y de alta calidad.
Este logro es una victoria para la comunidad rural de Segovia y La Moraña, que ha trabajado diligentemente para preservar y promover sus prácticas agrícolas y culinarias tradicionales. La protección del Cochinillo de Segovia como IGP asegura que estas prácticas continuarán siendo valoradas y apoyadas en el futuro.
En resumen, la designación del Cochinillo de Segovia como Indicación Geográfica Protegida es un hito importante que no solo protege este producto icónico, sino que también fortalece la economía local, preserva las tradiciones culinarias y asegura la autenticidad y calidad para los consumidores.