La 'sentencia Bernini' devuelve a Patrimonio Nacional una escultura expoliada que iba a ser subastada

La recuperación de una pieza invaluable de Bernini: Un hito histórico en la protección del patrimonio español

En un acontecimiento sin precedentes, la escultura que se esperaba subastarse en Barcelona, originalmente identificada como la representación del dios romano Vulcano, se reveló como la personificación del río Ganges. Esta pieza, lejos de ser una obra independiente de la escuela italiana, resultó ser una obra en bronce fundido y dorado creada por el afamado escultor Gian Lorenzo Bernini en el siglo XVII. Esta escultura fue diseñada para ser parte de ‘La fuente de los cuatro ríos’, una pieza que había sido expoliada de las Colecciones Reales.

Esta escultura, cuyo valor se había estimado para la subasta entre 2.000 y 2.400 euros, fue finalmente retirada en 2021 por La Suite Subastas. El Ministerio de Cultura la declaró inexportable de manera cautelar, y ahora, tras una sentencia judicial favorable, Patrimonio Nacional ha logrado recuperarla. Este hito, según la institución, «sienta precedente en la protección del patrimonio español».

Un rescate histórico

«Es la primera vez que se recupera una pieza expoliada de las Colecciones Reales mediante una reivindicatoria apoyada en informes técnicos», explican desde Patrimonio Nacional. La Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional confirmó que la obra había sido vendida por un particular a una empresa de vaciado de inmuebles. Sin embargo, no había documentación que avalara su procedencia.

Tras ser trasladada al Palacio Real de Madrid, los especialistas de la Dirección de las Colecciones Reales pudieron confirmar que la escultura encajaba perfectamente con la maqueta original de Bernini. Según Patrimonio Nacional, la pieza tiene la misma composición de metales y comparte la misma técnica de fundición que la ‘Fuente de los cuatro ríos’, obra realizada entre 1651 y 1665.

En su obra, Bernini representó en bronce fundido y dorado el obelisco de la Plaza Navona de Roma, junto a las figuras alegóricas de cuatro ríos: el Nilo en África, el Río de la Plata en América, el Danubio en Europa y el Ganges en Asia. Dadas las buenas relaciones entre el Papa Inocencio X y Felipe IV, se cree que esta maqueta pudo haber sido un regalo diplomático.

La historia de una obra perdida

La ‘Fuente de los cuatro ríos’ de Patrimonio Nacional fue mencionada por primera vez en 1668 por Cosme de Medici como una pieza decorativa del despacho de Carlos II. La escultura sobrevivió al incendio del Alcázar en 1734, pero se perdió sin dejar rastro después del siglo XIX.

En una demanda presentada por la Abogacía General del Estado en representación de Patrimonio Nacional, se reivindicó la pertenencia de la pieza de Bernini a las Colecciones Reales. Según la Ley 23/1982 que regula el Patrimonio Nacional, «la naturaleza inalienable, inembargable e imprescriptible de estos bienes impide su legal enajenación».

La sentencia del 20 de mayo del Juzgado de Primera Instancia n.º 42 de Barcelona, reconoce «de manera fidedigna su pertenencia» a las colecciones reales y declara que la obra es «una parte indivisible de la obra en su conjunto». Por tanto, ordena a la empresa Fine Arts Dealers S.L. que entregue la figura a Patrimonio Nacional.