Desmantelamiento de la mayor estructura de propaganda online del Estado Islámico
La Guardia Civil de España y el FBI de Estados Unidos han llevado a cabo una histórica operación que ha culminado en el desmantelamiento de la mayor estructura online conocida hasta la fecha de difusión de propaganda de la organización terrorista Estado Islámico, también conocido como Daesh. Este gigantesco mecanismo digital se dedicaba a la difusión de mensajes destinados a adoctrinar fieles para hacer la yihad. Las bases de operaciones de esta estructura estaban en Andalucía y Cataluña, en España, y fueron el objetivo principal de esta operación internacional realizada por Europol y Eurojust contra las denominadas Terrorist Operated Websites (TOW).
En España, la Guardia Civil ha detenido a nueve personas en las localidades de Algeciras (Cádiz), Antas (Almería) y Salt (Gerona), tal y como informó ABC. La primera detención se realizó a un individuo radicado en Lérida que había alcanzado el último estadio del proceso de radicalización yihadista y que tenía intenciones de desplazarse a una zona de conflicto. Los agentes lo detuvieron en enero en el aeropuerto de Barcelona, momentos antes de que pudiera realizar su viaje.
La investigación y sus hallazgos
La investigación comenzó en España en el año 2022, cuando se detectó la traducción al español de contenidos terroristas relacionados con la organización en la entidad mediática conocida como la ‘Fundación I’lam’. El resultado de esta investigación fue la actuación (takedown) contra los servidores que alojaban los contenidos terroristas.
Los investigadores pudieron determinar que los responsables de la Fundación I’lam también crearon otras entidades mediáticas afines al Daesh. Entre ellas destacan las webs Al-Raud, Fahras y Alfajr, así como otras plataformas similares, que han estado activas desde el año 2015 y que operaban bajo la red denominada Sarh Al-Khilafa.
Una de las principales características de la Fundación I’lam era su capacidad para difundir sus contenidos en más de 30 idiomas, lo que le permitió expandir las consignas y directrices del Estado Islámico a una audiencia global. La plataforma Al-Raud, por ejemplo, se lanzó a finales de 2021 con el objetivo de archivar y compartir distintas publicaciones oficiales de propaganda del Estado Islámico. Por su parte, la plataforma Fahras actuaba como un agregador de enlaces a TOW vinculadas al Estado Islámico, facilitando el acceso permanente a las webs de la Fundación I’lam, Al Raud y Alfajr.
Aunque estas entidades mediáticas no formaban parte formalmente del catálogo de plataformas «oficiales» del Daesh, se convirtieron en los principales puntos de acceso público a la propaganda terrorista del Estado Islámico, tanto aquella considerada como «oficial» como la creada por simpatizantes y catalogada como «no oficial».
En estas plataformas se podía encontrar el catálogo completo de productos «oficiales» de Estado Islámico, como la autodenominada agencia global de noticias AMAQ, así como las oficinas de información de las distintas wilayas (provincias) a nivel mundial. Entre ellas destacan las de África/Sahel, Afganistán/Khorasan, Siria e Iraq, así como la radio Al-Bayan, las productoras oficiales Al Hayat Media Center y las fundaciones Al-Furqan, Al-I’tisam, Furat, Ajnad, la editorial Al-Himma, la revista semanal An Naba, y las revistas Rumiyah, Dabiq, Dar al Islam, Konstantiniyye e Istok, entre otras.
También se encontró el repertorio completo de entidades «no oficiales» como la revista Voice of Khorashan (vinculada al ISKP, la rama más activa del Daesh y que proyecta una mayor amenaza en el contexto europeo), la revista Voice of Hind y las Fundaciones Al Battar, Al Murhafat, Al Taqwa y Al Azaim, entre otras.
Resiliencia y financiación
La relevancia de la estructura investigada radica no solo en la ingente cantidad de material terrorista al que daba acceso, sino en el diseño de la misma, conformada por una compleja estructura de servidores específicamente configurada para ser resiliente. De las decenas de servidores que han sido investigados e intervenidos, se han hallado varios terabytes de información que están siendo analizados con el objetivo de recopilar evidencias que permitan enjuiciar a sus responsables.
Estas TOW operaban tanto a través de la «surface web» como de la «dark web», lo que dificultó la trazabilidad y la investigación sobre las mismas. Actuaban como repositorio y nodo central de los contenidos producidos por las diferentes entidades mediáticas anteriormente citadas, distribuyendo masivamente estos contenidos de manera descentralizada a través de diversas redes sociales y aplicaciones de mensajería, todo ello en el marco de una estrategia de difusión multiplataforma de una magnitud nunca antes apreciada.
Además, la investigación ha permitido constatar que la financiación de la red se realizaba mediante el uso sistemático de distintas criptomonedas, lanzando campañas de financiación desde las propias páginas web investigadas. Con ellas pretendían obtener fondos, facilitando para ello tanto direcciones de criptomoneros como códigos QR para facilitar la transferencia de fondos.
Impacto y coordinación internacional
Según el Centro Antiterrorista Europeo de Europol, las actividades de propaganda y de reclutamiento realizadas a través de Internet se reconocen explícitamente como una parte integral de la yihad por parte de las organizaciones terroristas, lo que permite movilizar a los simpatizantes para cometer atentados bajo el estandarte de Daesh.
En las páginas web investigadas se instigaba de manera permanente a llevar a cabo acciones terroristas, y se daba amplia publicidad a los últimos ataques terroristas cometidos tanto en Europa como a nivel global. Entre los contenidos publicados, existen traducciones a diversos idiomas europeos idóneas para la incitación a la violencia y a la comisión de atentados terroristas.
La Guardia Civil ha podido constatar en numerosas investigaciones llevadas a cabo en los últimos años tanto en España como a nivel global, que los accesos a estas TOW son el denominador común de la mayoría de los individuos investigados por delitos de terrorismo. Por este motivo, existe una relación directa entre la radicalización de estas personas y el acceso al contenido terrorista facilitado por la infraestructura web investigada.
El éxito de esta operación se basa fundamentalmente en la eficacia de los mecanismos de cooperación internacional, tanto en el plano policial como judicial. A lo largo de la misma se han llevado a cabo acciones coordinadas en múltiples países -Holanda, Alemania, Francia, Estonia, Rumanía e Islandia-, lo que ha posibilitado llevar a cabo el ‘takedown’, bloqueando de ese modo una de sus principales fuentes de propaganda terrorista en el espacio online.
La operación ha sido desarrollada conjuntamente entre el Servicio de Información de la Guardia Civil y el FBI estadounidense, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción nº 1 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, en coordinación de Eurojust y Europol.