La crítica de un influencer gastronómico al restaurante de Karlos Arguiñano

En el mundo de la gastronomía, los gustos pueden variar significativamente según quien los deguste. A pesar de la existencia de críticos gastronómicos profesionales con años de estudio y experiencia, en el terreno de los restaurantes, la importancia radica principalmente en que a los clientes les parezca rica la comida que se les ofrece.

Recientemente, ha habido un notable crecimiento de individuos que comparten sus experiencias gastronómicas en restaurantes y bares en sus redes sociales. Estos individuos proporcionan su visión personal sobre los platos que prueban, basándose únicamente en su gusto personal.

Algunos de estos aficionados a la gastronomía han dedicado años a esta práctica y han logrado forjarse un perfil comparable al de un crítico gastronómico. Este perfil se ha construido gracias a la experiencia adquirida al probar multitud de platos diferentes en numerosos lugares de España y parte del extranjero. Uno de estos individuos es ‘Cenando con Pablo’, un influencer que se dedica a probar la comida de restaurantes y bares y a compartir el proceso y su veredicto en plataformas como Youtube, Instagram y TikTok.

En una de sus recientes catas, ‘Cenando con Pablo’ visitó el restaurante del célebre chef Karlos Arguiñano. El influencer se desplazó hasta Zarautz, Guipuzkoa, al Hotel Ka, para probar varios platos de la carta del reconocido chef vasco. «Es un restaurante sencillo, no es una cocina que dices, ‘¡qué sabor!, ¡qué platos tan bien preparados!’, si tuviera que darle nota sería un 6 o 6’5«, afirmó Pablo como veredicto final.

Antes de llegar a esta conclusión, ‘Cenando con Pablo’ probó multitud de platos del menú. Entre ellos se encontraban la ensalada de txangurro, las pochas con almejas, el pulpo ajoblanco, el magret de pato, la chuleta de vaca, la tarta de queso y la copa de Eva, un postre de la hermana de Karlos Arguiñano.

A pesar de que algunas de las elaboraciones le encantaron, a otras les encontró fallos, según su criterio y gusto personal. Tras probar una decena de elaboraciones diferentes y de todo tipo, lo que le costó 137,70 euros, consideró que la relación calidad-precio era adecuada pero que el restaurante «no tiene grandes platos» y que «tampoco es para volverse loco».

Esta valoración ha generado diversas reacciones entre los usuarios de TikTok. Algunos han salido en defensa del famoso cocinero, comentando en la publicación: «Aburrido creo que no es el adjetivo para nada de esa carta», «tocará ir» o «se come muy bien», afirmaban algunos de ellos. Sin embargo, también ha habido varios usuarios que han comentado que el precio les parecía un poco alto.

La crítica de ‘Cenando con Pablo’ al restaurante de Karlos Arguiñano pone de manifiesto la creciente influencia de los aficionados a la gastronomía en las redes sociales. Aunque no son críticos formados profesionalmente, su influencia en la opinión pública es innegable. En este sentido, el mundo de la gastronomía se está convirtiendo cada vez más en un campo de juego donde todos pueden expresar su opinión y tener un impacto real.