La reapertura de la mina de Los Frailes: Un equilibrio entre medio ambiente y economía
Casi tres décadas después del desastre ecológico que desencadenó un daño medioambiental sin precedentes en Andalucía, la mina de Los Frailes, ubicada en Aznalcóllar, Sevilla, se prepara para reanudar sus operaciones. Este evento marcó un hito en la historia ambiental de la región, cambiando la legislación europea y poniendo en riesgo el Parque Nacional de Doñana. Sin embargo, pronto volveremos a ver la actividad minera en sus 950 hectáreas.
El Correo de Andalucía visitó recientemente la mina de Aznalcóllar, que aún se encuentra en calma antes de la inminente reanudación de las operaciones. El camino hasta aquí ha estado plagado de vaivenes judiciales y largas esperas, así como un debate social en torno a la seguridad ambiental y la necesidad de generar empleo y riqueza en una región minera ubicada sobre la Franja Pirítica Ibérica.
Minera Los Frailes (MLF), propiedad mayoritaria del gigante del sector, Grupo México, espera recibir la Autorización Ambiental Unificada de la Consejería de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Economía Azul en los próximos días. Según Miguel Ángel González, director de Operaciones de la sociedad, están listos para «empezar con el proyecto de manera inminente».
Permiso de actividad y desafíos futuros
Una vez obtenido este permiso, la mina aún necesitará el permiso de actividad, que otorga la Consejería de Industria, Energía y Minas. Sin embargo, los responsables de la mina esperan que este paso no se alargue en el tiempo. Además, se prevé que este verano comiencen a trabajar en las nuevas instalaciones necesarias para la explotación minera, una actividad que no se iniciará hasta 2027.
En total, serán 2.000 los trabajadores que participarán en la reconversión de la mina para cumplir con los parámetros exigidos y ponerla en marcha en tres años. A partir de entonces, estará operativa durante 20 años y generará más de 1.200 empleos de alta cualificación y un estimado de 800 empleos inducidos.
Uno de los desafíos más apremiantes es la construcción de una nueva planta depuradora para resolver uno de los asuntos más controvertidos: la gestión del agua. Este tema ha enfrentado a la mina con grupos ecologistas y partidos políticos. Sin embargo, desde MLF aseguran que están trabajando para cumplir con todos los requisitos legales exigidos para evitar otro desastre, como el ocurrido en 1998 cuando la mina estaba en manos de la sueca Boliden.
La gestión del agua en la mina incluirá una inversión de 60 millones de euros en infraestructuras hidráulicas, según el plan de MLF. Actualmente, el proyecto cuenta con una inversión total de 450 millones de euros. Además, se construirá una tubería de 30 kilómetros para llevar las aguas tratadas al estuario del Guadalquivir, cumpliendo así con las exigencias de la administración.
Un futuro prometedor pese a la oposición
A pesar de la oposición de grupos ecologistas como Ecologistas en Acción y Greenpeace, que sostienen que las aguas tratadas seguirán conteniendo carga contaminante, MLF sigue adelante con su proyecto. El alcalde de Aznalcóllar, Juan José Fernández, ha pedido a las autoridades correspondientes «no demorar más» los permisos necesarios para la reapertura de la mina.
Minera Los Frailes será una mina de zinc, cobre y plomo. En lugar de la extracción a cielo abierto practicada en el pasado, la extracción del mineral se realizará totalmente en el interior. Con una planta de tratamiento de mineral que procesará 2,7 millones de toneladas de estos minerales cada año, el objetivo es obtener 170.000 toneladas anuales de concentrado de zinc, 55.000 toneladas de plomo y 13.000 toneladas de cobre.
En resumen, la reapertura de la mina de Los Frailes representa un equilibrio delicado entre la protección del medio ambiente y el desarrollo económico. A medida que la mina se prepara para reanudar sus operaciones, la presión está en garantizar que se cumplan todos los parámetros de seguridad y protección ambiental, al tiempo que se estimula la economía local.