La llamada a emergencias que salvó a la menor de Igualada

Un acto de heroísmo en medio de la tragedia: el hallazgo de la víctima de la violación en Igualada

Era la madrugada del 1 de noviembre de 2021, un día festivo. Un transportista realizaba su habitual recorrido para estacionar su vehículo en la nave de su empresa situada en Igualada. En ese momento, en un callejón solitario, el hombre hizo un hallazgo estremecedor: una menor en una situación lamentable.

La joven, en posición fetal y temblando, yacía sobre un charco de sangre. La víctima había sufrido una agresión sexual y había sido golpeada brutalmente. Tenía múltiples fracturas en el cráneo y sangre por toda la cara.

El transportista, aún consternado, hizo lo que cualquier buen samaritano haría: llamó a los servicios de emergencia. La víctima, a pesar de su estado, estaba consciente. Aunque cuando se le informó que la ayuda estaba en camino, ella sólo pudo murmurar: «No, no, no». El transportista duda que la joven lo haya oído en su estado.

La intervención crucial del transportista

A pesar de la demora de la ambulancia, el conductor tomó medidas para asegurar la comodidad de la víctima. La cubrió con su propia chaqueta porque la joven estaba casi desnuda y las frías temperaturas de la madrugada del Día de Todos los Santos eran demasiado bajas. Mientras esperaba a la ambulancia, también solicitó a un compañero que buscara una manta en la nave de la empresa.

Los investigadores han afirmado que, de no ser por la intervención del transportista, la menor probablemente habría fallecido. Su rápido pensar y su humanidad en medio de una situación tan traumática sin duda le salvaron la vida.

La víctima había salido de la discoteca Épic esa noche. Cuando se dirigía a la estación de tren para volver a casa, fue asaltada.

El sospechoso y la investigación

El presunto agresor, identificado como Brian Raimundo, un hombre de 24 años de nacionalidad boliviana, fue arrestado cinco meses después en su piso de la calle San Sebastián, en el mismo municipio. La detención se produjo después de un proceso de investigación exhaustivo llevado a cabo por los Mossos d’Esquadra.

El juicio comenzó en la Audiencia de Barcelona y, durante la primera sesión, el transportista testificó sobre el terrible hallazgo. La víctima no tendrá que testificar, ya que el tribunal ha decidido emitir la grabación de su declaración en la fase de instrucción para evitar su revictimización.

Las acusaciones solicitan 45 años de prisión para Brian Raimundo por la agresión sexual y tentativa de homicidio. Aunque Raimundo se ha negado a declarar ante los Mossos, sí le dijo al instructor que él no era la persona que aparecía en las imágenes de las cámaras de seguridad y negó haber perpetrado el ataque. Por este motivo, su abogado reclama su absolución.

La víctima, aún traumatizada por el brutal ataque, continúa sufriendo secuelas físicas y psicológicas. Pasó más de un mes hospitalizada y su recuperación sigue en marcha. Este caso destaca la relevancia de los servicios de emergencia, la valentía de las víctimas y la importancia de la justicia en casos de violencia sexual.