El Cristo Conciliador de Marco Augusto Dueñas Impacta en Líbano
Fue a principios de junio cuando la majestuosa escultura del Cristo Conciliador tomó su lugar en la iglesia de Líbano. Esta obra monumental, creada por el renombrado escultor cordobés, Marco Augusto Dueñas, se ha convertido en un testimonio de fe, esperanza y firmeza en la paz para el Líbano, una región que ha sido azotada por conflictos armados y tensiones políticas.
La pieza, que se destaca por ser el Cristo más grande realizado en el mundo actual, mide cuatro metros de altura y fue tallada en una única pieza de mármol blanco de Carrara. La creación fue bendecida por Papa Francisco el pasado 25 de octubre con destino al Líbano, llegando en un momento crucial para estos territorios de Oriente Medio.
La Familia Franjieh y el Apoyo al Arte Religioso
La obra fue encargada por la familia libanesa Franjieh, reconocida por su apoyo a la paz en esta volátil región. La escultura también cuenta con el respaldo del Patriarcado Maronita Bechara Boutros Ra. Junto con el Cristo Conciliador, Dueñas presentó otras dos esculturas, también realizadas en mármol de Carrara: el San José con el niño Jesús y la Virgen María con el niño Jesús en su regazo.
Marco Augusto Dueñas, oriundo de Córdoba, España, es un escultor de mármol de renombre mundial, reconocido por su versatilidad artística única para crear obras de arte icónicas y atemporales. Dueñas es el único escultor vivo que tiene sus obras junto a las de Miguel Ángel Buonarroti en la iglesia de la Basílica de San Pedro del Vaticano y es el artista más joven en crear tres estatuas de mármol.
La primera de sus obras fue una representación de Santa Raffaella Maria, fundadora de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús, de 5,40 metros de altura en 2010. La segunda llegó un año más tarde, una estatua de seis metros de altura del fundador de la Iglesia Maronita Libanesa, San Marón. Ambas imágenes fueron bendecidas por el Papa Benedicto XVI.
La tercera obra, en honor al centenario del nacimiento de Karol Jozef Wojtyla, es un relieve en mármol de Carrara de 80 centímetros de diámetro que representa a San Juan Pablo II. Esta pieza fue bendecida por el cardenal Konrad Krajewski.
Dueñas esculpe piezas que simpatizan con la historia de su oficio y que también hablan a la mente contemporánea. Sus obras encargadas residen en colecciones públicas y privadas de todo el mundo, desde aspirantes a coleccionistas, catedrales y monarquías, en Estados Unidos, Líbano, México, Argentina, Japón, Reino Unido y muchos más países europeos.
Es indudable que la obra de Dueñas no solo es un logro artístico, sino también un símbolo de fe y esperanza para aquellos que se encuentran en medio de conflictos y dificultades. El Cristo Conciliador de Dueñas es un testimonio de cómo el arte puede inspirar y unir a las personas en tiempos de adversidad.
El poder del arte para transmitir mensajes de paz y reconciliación es evidente en la obra de Dueñas. A través de sus esculturas, Dueñas no solo muestra su increíble habilidad artística, sino que también comunica mensajes de fe, esperanza y amor. Con su obra, Dueñas invita a todos a reflexionar sobre la importancia de la paz y la reconciliación en un mundo a menudo dividido por el conflicto.