La campaña del cereal acaba en Córdoba con un 40% más de cosecha, que baja los precios hasta un 19%

El aumento de la pluviometría impulsa la producción de cereales en Córdoba

Según los primeros análisis de los expertos, se prevé una mejora considerable en los niveles de producción de cereales de invierno en Córdoba, a medida que se acerca el final de la campaña de recolección. Esta mejora se atribuye a la notable pluviometría que benefició a las explotaciones de herbáceos en la provincia durante toda la pasada primavera, especialmente durante el mes de marzo.

Las comarcas del Norte y la campiña son las principales zonas productoras de herbáceos en Córdoba. Sin embargo, esta subida en la producción ha provocado una bajada de los precios, aunque no tan pronunciada como en ocasiones anteriores.

Secano y Regadío: Iguales rendimientos en la campaña actual

Un informe reciente de la Delegación Provincial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural señalaba que los rendimientos por hectárea de los cereales de invierno son iguales tanto en secano como en regadío. Esto se debe a que ambos casos enfrentaron dificultades durante el otoño-invierno debido a la sequía y a la ausencia de dotación de agua, llegando al lluvioso mes de marzo en igualdad de condiciones.

De acuerdo con la información de la Junta, los rendimientos están, en promedio, en torno a los 4.000 kilos por hectárea en trigo duro, un 10 por ciento más en trigo blando, 3.000 en cebada y 3.500 en avena.

Los últimos datos oficiales publicados por la Administración autonómica, actualizados al 30 de mayo, indicaban que la superficie de este cultivo en la provincia ascendía a 107.000 hectáreas, la misma cantidad que se registraba en la anualidad anterior. A pesar de ello, se observó un leve descenso en la producción de trigo, el producto más representativo de esta categoría.

Por otro lado, la cebada aumentó su área sembrada en un cuatro por ciento, mientras que la avena sufrió una pérdida mínima de unas 200 hectáreas, quedándose el total en 27.000. En lo que se refiere al trigo, Córdoba mantiene su segunda posición con unas cifras que solo son superadas por Sevilla.

El Balance de la Campaña: Mejores rendimientos y un ligero descenso en los precios

Antonio Monclova, técnico de Asaja en Córdoba, pronostica que la campaña finalizará a lo largo de esta semana. Monclova señala que las lluvias y temperaturas suaves registradas en primavera han permitido un buen desarrollo de la planta, resultando en producciones superiores en torno a un 40 por ciento a la media de los tres últimos años.

El aumento en la humedad ha incrementado las enfermedades en el trigo, lo que ha obligado a muchos agricultores a realizar varios tratamientos fitosanitarios, lo cual podría haber afectado la cosecha final en algunas zonas.

Alfonso Moreno, consejero delegado de Cetisur, una firma especializada en productos herbáceos, afirma que los rendimientos de esta campaña han sido «muy buenos» en comparación con una temporada media y «excelentes» respecto al año pasado, que estuvo muy afectado por la sequía. Moreno atribuye esta mejora a las precipitaciones de marzo.

Como es habitual, el aumento en la producción ha desencadenado una bajada en los precios. Según las estadísticas de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, la tonelada de trigo duro se pagaba al agricultor a una media de 286 euros por tonelada, una cifra que contrasta con los 354 euros que se abonaban hace un año, lo que supone un descenso del 19,2 por ciento. En el caso del trigo blando, la reducción es de cerca del 11 por ciento.

Moreno explica que este descenso en los precios se debe a varios factores. Por un lado, hay una mayor oferta en el mercado debido al aumento en la producción, no solo en Córdoba, sino también en otros países mediterráneos. A esto se le suma la situación en Rusia, uno de los mayores productores de cereal del mundo, que ha tenido una cosecha mejor de lo previsto hace algunos meses, lo que también ha contribuido a la bajada de precios.

En relación con el conflicto armado en Ucrania, que comenzó hace casi dos años y medio y provocó un fuerte encarecimiento del producto y un aumento considerable de la superficie debido a sus mejores cotizaciones, Moreno señala que sus efectos ya parecen haberse diluido. En su opinión, la invasión rusa «apenas ha tenido impacto en el trigo cultivado en la provincia porque Ucrania no es un competidor directo, algo que sí podría pasar con los cereales forrajeros».