La Audiencia de Barcelona ha dado un paso significativo en la dirección de la justicia y la defensa de los derechos humanos, al ordenar una investigación sobre la queja de tortura presentada por uno de los miembros del Comité de Defensa de la República (CDR), Jordi Ros. Ros, quien fue arrestado durante la operación Judas y procesado por terrorismo en la Audiencia Nacional, presentó la queja contra los guardias civiles responsables de su detención. La querella, que apunta a 11 agentes del Instituto Armado, se centra en las presuntas violaciones de los derechos de Ros durante su detención y posterior traslado a Madrid.
La noticia, una clara manifestación de la relevancia de la defensa de las libertades individuales y la salud mental, lleva implícita la necesidad de un tratamiento humanitario adecuado para todos los detenidos, independientemente de las acusaciones en su contra. Los magistrados consideran que los hechos presentados por Ros son «graves» y pueden constituir una violación de los derechos fundamentales, subrayando la importancia de la diligencia en la investigación de tales alegaciones.
La importancia de la justicia y el bienestar mental en los casos de detención
La resolución, fechada el 22 de mayo, critica la calidad de la investigación llevada a cabo hasta ahora, calificándola de «pésima». En su querella, formalizada por la entidad Alerta Solidaria, Ros relata que fue coaccionado y amenazado durante las entradas y registros, y durante su traslado a Madrid. Según él, no se le permitió designar a un abogado, y fue mantenido en una postura forzada durante todo el viaje, con un antifaz para que no supiera a dónde era trasladado. Añade que no se le dejó dormir, a pesar de las largas horas de diligencias y traslado, y que fue amenazado repetidamente con la detención de miembros de su familia.
Ros sostiene que durante el traslado fue objeto de tratos inhumanos y degradantes, una afirmación que, de ser probada, podría tener graves implicaciones para la salud mental de los detenidos. Además, afirma que su hermano, que padece una patología mental, estuvo diez horas sentado en el rellano de la escalera de su casa, sin poder hablar con nadie, mientras un agente le apuntaba con un arma larga.
El Juzgado de Instrucción 2 de Sabadell inicialmente admitió parcialmente la querella de Ros, acordando investigar sólo los supuestos delitos correspondientes a su partido judicial. Sin embargo, los magistrados de la Sección 3ª consideran que «el traslado a la Audiencia Nacional y los hechos que el querellante imputa a los agentes de la Guardia Civil se producen en una clara continuidad delictiva», lo que significa que los incidentes en Sabadell no pueden ser separados de los que ocurrieron en otros lugares.
La Audiencia concluye que los hechos relatados por Ros, si se demuestran, representan una violación grave de los derechos fundamentales de una persona detenida. Estos hechos subrayan la vulnerabilidad de los detenidos y la importancia de asegurar su bienestar físico y mental durante su detención y custodia.
Ros se enfrenta a una posible condena de 27 años de cárcel por pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de sustancias o aparatos explosivos e inflamables de carácter terrorista, y estragos en grado de tentativa. La petición de la acusación popular eleva la pena hasta los 33 años de prisión por los mismos delitos.
Fue el 23 de septiembre de 2019 cuando la Guardia Civil detuvo a nueve miembros del CDR, acusados de planear atentados e incluso asaltar el Parlamento. A estos nueve les siguieron otros cuatro procesados, todos ellos presuntamente miembros de los Equipos de Respuesta Táctica (ERT). Excepto uno, que fue excluido del proceso penal tras sufrir un accidente vascular, todos ellos podrían enfrentarse a juicio por delitos de terrorismo en la Audiencia Nacional. Sin embargo, tras su aprobación, es posible que se beneficien de la ley de amnistía. Este caso pone de relieve la tensión entre la necesidad de seguridad y la importancia de proteger los derechos fundamentales y la salud mental de los detenidos.