Aves en Doñana

La construcción de la estación de depuración de aguas residuales (EDAR) de Matalascañas, situada cerca del Espacio Natural de Doñana, ha sufrido un nuevo revés. La Dirección General de Calidad y Evaluación ambiental, parte del Ministerio para la Transición Ecológica, ha publicado una resolución que indica que la evaluación ambiental del proyecto se someterá al procedimiento ordinario en lugar del abreviado, como inicialmente se propuso.

La decisión implica que el proyecto de ampliación de la EDAR deberá someterse al procedimiento de evaluación ambiental ordinario, lo que podría causar más retrasos en el inicio de las obras. El motivo de este cambio es que la evaluación ambiental no descarta que el proyecto pueda causar daños ambientales en una zona tan sensible como Doñana.

La EDAR de Matalascañas ha estado rodeada de problemas y controversias. En marzo del año pasado, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, anunció que la depuradora ya estaba siendo evaluada desde un punto de vista ambiental. Sin embargo, el procedimiento que se inició en marzo de 2023 ha sido lento y plagado de obstáculos.

El proyecto de ampliación y mejora de la depuradora fue sometido al mismo procedimiento en 2019. Sin embargo, una vez más, el proyecto se ha visto envuelto en cuestiones ambientales, con un horizonte de finalización de obras de solo dos años, y la amenaza de una multa ambiental europea por el incumplimiento de la Directiva Marco de Aguas debido al manejo inadecuado de las aguas residuales.

Los residentes de la zona han sufrido vertidos recurrentes en los últimos años y temen que los obstáculos medioambientales y administrativos representen un retroceso en el progreso del proyecto. Los vecinos se reunieron con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el organismo encargado de las obras, en febrero pasado para expresar sus preocupaciones.

El proyecto de la EDAR Matalascañas tiene varias características clave. Es una obra declarada de Interés del Estado, con un presupuesto de 29 millones de euros, y se espera que esté en funcionamiento en 2026.

El anteproyecto incluye la construcción de una depuradora confinada y semienterrada en el núcleo urbano de Matalascañas, que reemplazará a la existente. Además, el proyecto incluye mejoras en el saneamiento de las aguas residuales del centro de visitantes El Acebuche, en el Espacio Natural de Doñana.

En abril de 2023, se inició la fase de consultas a más de una treintena de organismos administrativos y asociaciones. La Dirección General de Salud Pública de la Junta de Andalucía solicitó más información para asegurarse de que las obras no tendrían un impacto negativo en la salud de la población.

Además, la Dirección General de Espacios Naturales Protegidos, también de la Junta de Andalucía, considera que el estudio de caudales parte de unas estimaciones desproporcionadas para invierno y para verano. Por otro lado, la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio detecta que las tuberías desde el centro de visitantes de El Acebuche hasta la instalación atraviesan varios tipos de hábitats de interés comunitario protegidos por las figuras de Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Conservación de Aves (ZEPA).

En resumen, el proyecto de la EDAR Matalascañas ha enfrentado retos significativos en términos de cumplimiento ambiental y administrativo. A pesar de los obstáculos, la necesidad de mejorar el tratamiento de las aguas residuales en la zona sigue siendo un tema urgente.