Javier Vega de Seoane y Azpilicueta.

El empresario Javier Vega de Seoane: «La colaboración público-privada es buena para todos»

Con una carrera de más de cincuenta años, el empresario Javier Vega de Seoane y Azpilicueta, presidente de Gestlink, Grupo DKV Seguros y del Consejo Asesor de Fujitsu España, ha dejado su huella no solo en el ámbito empresarial sino también en la sociedad civil. Como ex presidente del Círculo de Empresarios, Vega de Seoane es un defensor acérrimo de la colaboración entre los sectores público y privado, y de la necesidad de trabajar más años para mantener la competitividad en una economía globalizada.

Vega de Seoane comenzó su carrera en Madrid en 1975 como director administrativo y financiero de Leyland Ibérica, antes de pasar nueve años en SKF España, una filial del grupo sueco SKF. Durante su tiempo en SKF, ocupó varios puestos ejecutivos, incluyendo director comercial, director general, consejero delegado y presidente. En 1984, fue nombrado director general del Instituto Nacional de Industria (INI), un cargo que ocupó durante tres años.

“Fueron años muy interesantes, aunque fueron los años de la reconversión industrial, que fueron duros”, recuerda.

La importancia de la colaboración público-privada

Vega de Seoane es un firme defensor de la colaboración entre los sectores público y privado, especialmente en la industria y el sector productivo. Según él, la eficiencia y la dinámica evolutiva son más fuertes en el sector privado debido a la presión constante para generar ingresos.

“Si no ganas dinero, te vas al hoyo. Y en el sector público hemos visto empresas perdiendo dinero durante años, recibiendo subvenciones que salen de los impuestos de todos», dice. “No me parece razonable que los españoles paguen la ineficiencia de algunas empresas. Eso no pasa en el sector privado. Si no eres eficiente, cierras”.

En cuanto a la percepción pública de los empresarios, Vega de Seoane admite que la reputación podría mejorar. “Cuando fui presidente del Círculo de Empresarios, hicimos un informe para saber cómo se trataba a los empresarios en los libros de bachillerato. Y daba pena”, recuerda. Sin embargo, él cree que la mayoría de los empresarios son personas responsables y dispuestas a poner sus habilidades al servicio de la sociedad.

Vega de Seoane también apoya el fortalecimiento de la sociedad civil para equilibrar los poderes públicos. “La sociedad civil debería fortalecerse porque debe hacer de contrapunto a los poderes públicos”, dice. Asegura que, aunque la situación en España es buena, hay mucho margen de mejora y reforma.

Un ejemplo de colaboración público-privada exitosa que Vega de Seoane señala es Muface. Sin embargo, advierte que si no se resuelven los problemas actuales, el esquema de Muface podría colapsar. “Los que estamos participando en ese esquema –que ya solo quedamos tres, DKV, Asisa y Adeslas (antes estaba Sanitas, Caser y Mapfre)– no podemos afrontar las pérdidas que hay, aunque lo hagamos bien. Hay algunos que lo que parece es que quieren que nos vayamos, manteniendo unos precios que son absolutamente insoportables. Nos están echando”.

De hecho, Vega de Seoane critica la demonización de la participación privada en sectores como la sanidad, la educación o la dependencia. “Hay quien supone que los empresarios somos gente irresponsable y que no podemos ofrecer servicios públicos desde el sector privado, y yo creo que es un error”, afirma. “Está empíricamente demostrado que podemos ofrecer un servicio público bastante más barato y de mayor calidad”.

Desafíos y oportunidades en un mundo globalizado

Vega de Seoane también tiene una visión optimista de la globalización y su impacto en la economía española. Aunque reconoce una ola de proteccionismo y las tensiones comerciales entre países, defiende que la globalización es «imparable» y que España debe mejorar su posición competitiva para crecer y financiar su sistema de bienestar.

En cuanto a la inmigración, Vega de Seoane ve una necesidad de mano de obra para equilibrar la baja tasa de fecundidad de España y el envejecimiento de la población. “En España tenemos uno de los índices de fecundidad más bajos del mundo, 1,12 hijos por mujer, cuando para mantener la población necesitamos 2,2. Tenemos una de las esperanzas de vida más altas. La sociedad envejece, y por tanto es más cara”, explica.

Para Vega de Seoane, una solución es trabajar más tiempo. «No tiene mucho sentido que la gente se jubile a los 65 años, cuando se llega a esa edad en plena forma, con muchísimo conocimiento, muchísima experiencia y muchísima capacidad de aportar valor», dice. A sus 76 años, él mismo sigue activo en su carrera, y anima a otros a hacer lo mismo.

En cuanto a la revolución tecnológica de la inteligencia artificial, Vega de Seoane ve más oportunidades que amenazas. “La combinación de la inteligencia artificial y la inteligencia humana nos puede permitir dar un gran salto en la productividad, que es el principal problema de Europa. Para mejorar la prosperidad hay que aumentar la productividad. Tenemos que estar abiertos a modificar nuestros comportamientos, a aprender cosas nuevas”, concluye.

Por Daniel