Inglaterra: Una selección de Eurocopa con talento pero sin dirección
Con un equipo lleno de talento individual, Inglaterra ha avanzado a los octavos de final de la Eurocopa. Sin embargo, el equipo inglés está lejos de ser considerado uno de los favoritos en el torneo. En su enfrentamiento contra Dinamarca, el equipo no logró pasar del empate, repitiendo la misma imagen débil que presentó en su debut contra Serbia.
Esta situación ha convertido cada debate deportivo en el país en un incendio, con la mira puesta en el entrenador Gareth Southgate. A pesar de llevar casi ocho años al mando, la Inglaterra más talentosa de siempre parece estar tanto cerca como lejos de ganar su primera Eurocopa.
El estatismo de Inglaterra: un equipo sin alma ni centro del campo
Es difícil entender cómo un equipo como Inglaterra puede ser tan duro de ver. Southgate, mantuvo la misma alineación que venció a Serbia con el mínimo esfuerzo. Un equipo sin evolución que cuenta con jugadores de primer nivel como Foden, Bellingham, Kane, Walker y Rice.
Sorprendentemente, el equipo parece estar en la Eurocopa en piloto automático, sin alma y sin centro del campo, sufriendo contra cualquier rival. A pesar de los logros de Southgate, llevando a Inglaterra a una semifinal de un Mundial y a una final de Eurocopa, su tutela de la generación más talentosa del país inventor del fútbol parece ser deficiente.
El gol de Kane no intimida a Dinamarca
El gol de Kane, surgido de un error de Kristiansen, no consiguió intimidar a Dinamarca. A pesar de este gol, Inglaterra sigue siendo un equipo que no intimida a nadie. Foden intentó rebelarse contra la asfixia que supone condenarle al extremo, siendo el único que mejoró en comparación al duelo frente a Serbia.
Bellingham, por otro lado, parece ser la Isla de Man, un jugador con una autonomía dependiente de un grupo que no se está creyendo su participación en el torneo. Las jugadas surgen porque son superiores, pero no porque exista un plan trazado, lo que a la larga les perjudicará.
Los cambios de Southgate no surtieron efecto
El gol del empate de Hjulmand, jugador del Sporting de Portugal, fue la consecuencia lógica de la apatía inglesa. Hjulmand logró un gran disparo desde fuera del área, pegado al palo, que derrumbó a Pickford. Este gol surgió después de un error en la salida de Kane, que dejó el balón muerto en la zona central.
La defensa de Inglaterra, liderada por Maguire, no logró mantener la fortaleza necesaria. La charla de Southgate al descanso no tuvo el efecto deseado, dejando un mensaje indescifrable para una selección a la que se le exige el máximo.
Inglaterra empezó a jugar con inspiración, un argumento más efectivo que la pizarra de un Southgate que denostó la creatividad y apostó por la energía. Sin embargo, el partido se les fue de las manos a los centrales ingleses, que mostraban inseguridad en cada conducción.
La última jugada: una batalla abierta
El mérito o el descrédito de este partido iba a ser para Southgate, que realizó un triple cambio en el que retiró a Kane, Foden y Saka para dar entrada a Bowen, Ollie Watkins y Eze. Ante la pasividad inglesa, Dinamarca terminó por creerse algo más que el empate con el que se llegó al final.
La última jornada será una guerra abierta de la que Inglaterra puede salir todavía más debilitada para afrontar la incierta carrera por la Eurocopa, donde un ‘Brexit’ deportivo parece ser cada vez más posible.