El mercado financiero a nivel global se mantiene en vilo a la espera de una noticia crucial de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed). La expectativa gira en torno a la posible revelación de la fecha en la que se producirá el primer recorte de las tasas de interés en el país norteamericano. Sin embargo, no se espera ningún cambio significativo en la política monetaria de la Fed tras su reunión reciente.
El nerviosismo no se debe a la posibilidad de un cambio en la política monetaria, sino al número de recortes de tasas que se espera para 2024. La decisión dependerá de la interpretación que los miembros de la Fed tengan sobre la situación actual de la inflación en los Estados Unidos, que ha aumentado un 3,2% en el último mes. En diciembre de 2023, la Fed preveía tres recortes de tipos de 25 puntos básicos para el año actual y otros cuatro para 2025.
Las autoridades de la Fed terminaron su último encuentro en enero buscando una “mayor confianza” en que la inflación estaba en un camino descendente sostenible. Esta fue su guía para determinar cuándo podrían empezar a recortar las tasas de interés. Sin embargo, las cifras no han sido propicias. Se espera que el crecimiento se sitúe alrededor del 2% en el primer trimestre, o incluso en el 2.3% según el GDP Nowcasting de la Fed en Atlanta.
Los últimos datos de inflación podrían provocar un retraso en el inicio del ciclo monetario, o incluso elevar el suelo de los tipos en los próximos años. Este es un dilema para la Reserva Federal, cuya confianza en la continuación del proceso de desinflación sustenta la promesa de bajadas de tipos.
Tras conocerse los últimos datos de inflación, los analistas han moderado sus expectativas. Goldman Sachs pasó de prever un recorte de un punto porcentual en 2024 a tres cuartos de punto. Roger Aliaga-Díaz, de Vanguard, aseguró que «es totalmente posible que la Fed no esté en condiciones de recortar las tasas este año» en absoluto.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, está bajo presión incluso en el Congreso. Varios congresistas demócratas han preguntado más de una vez al presidente de la institución por los primeros recortes de tasas. La Fed ha estado sentando las bases de manera constante, pero no se ha comprometido a fijar una fecha para el inicio del ciclo de relajación.
Por este motivo, el mercado estará muy pendiente de las palabras de Powell. Se espera que Powell repita lo que dijo en el Congreso acerca de que «los riesgos para alcanzar nuestros objetivos de empleo e inflación se han ido equilibrando». Los miembros de la Fed querrán «ver más pruebas de una tendencia a la baja de la inflación antes de comprometerse a recortes inminentes».
Los bancos centrales de todo el mundo continúan ajustando sus análisis a las condiciones macroeconómicas. El Banco de Japón subió esta semana por primera vez los tipos de interés desde tasas negativas, algo que no se veía desde hace dos décadas. Ryan Sweet, de Oxford Economics, escribió un artículo donde destacaba que la Fed «seguirá sin comprometerse sobre el momento de la primera bajada de tasas».
¿Y el Banco Central Europeo (BCE)? Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, señala que el BCE podría tener que ‘disparar a ciegas’. «Nuestra convicción es que, si las condiciones internas lo permiten, el BCE seguiría recortando en junio incluso si la Reserva Federal decidiera posponer su propio movimiento».
Las bolsas europeas siguen el paso de Wall Street y cierran con una ligera subida horas antes de conocerse la decisión de la Fed. El Ibex ha finalizado la jornada con un incremento del 0,57%, el británico FTSE 100 ha crecido un 0,11%, el DAX 30 un 0,23% y el italiano FTSE MIB un 0,21%. La única excepción ha sido el selectivo francés CAC 40, que ha caído un 0,43%.