Sede de Google.

El gigante de la tecnología global, Google, ha anunciado una inversión de 1.000 millones de dólares (equivalente a 931 millones de euros) para mejorar la conectividad digital entre Estados Unidos y Japón. La estrategia clave en este plan es la implantación de dos nuevos cables submarinos. El anuncio se produce después de la visita del primer ministro japonés, Fumio Kishida, a la Casa Blanca, con el objetivo de fortalecer los lazos económicos entre ambas naciones e impulsar la cooperación tecnológica y defensiva ante el avance de China en estos campos.

Según un comunicado oficial de Google, el objetivo de esta inversión es crear nuevas rutas de fibra óptica entre Estados Unidos, Japón y varias islas y territorios del Pacífico. El primer cable, denominado Proa, se extenderá desde Japón hasta las Islas Marianas del Norte y Guam. El segundo, llamado Taihei, unirá Japón con Hawái.

Además, Google, subsidiaria de Alphabet, tiene planes de ampliar el sistema de cable existente que conecta Taiwán, Filipinas y Estados Unidos hasta las Marianas del Norte. También se planea extender el sistema de cable que actualmente une Australia, Fiji y Estados Unidos hasta Hawái.

La estrategia de Google no se detiene aquí, ya que la compañía también ha revelado planes para financiar la construcción de un cable que conecte Hawái, las Marianas del Norte y Guam.

En un comunicado conjunto, los Estados Unidos y Japón recordaron su compromiso de financiar cables submarinos desde octubre pasado. Ambas naciones planean colaborar con otros socios para construir redes de confianza más resilientes en la región del Pacífico.

En este proyecto, Google no está trabajando solo. La empresa está colaborando con KDDI, Arteria Networks, Citadel Pacific y la Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte en el desarrollo de los cables.

Estos anuncios subrayan el papel cada vez más importante que desempeña la infraestructura digital en la economía global. A medida que la demanda de conectividad de alta velocidad y baja latencia continúa creciendo, las inversiones en tecnología de fibra óptica y cable submarino se están convirtiendo en una prioridad para las empresas tecnológicas a escala global.

El movimiento de Google también destaca la creciente importancia de la región del Pacífico para las operaciones de Internet globales. Con su inversión, Google está ayudando a construir una infraestructura clave que permitirá una conectividad más rápida y confiable en la región, facilitando el acceso a Internet para millones de personas.

Además, esta inversión también refleja la creciente competencia entre empresas tecnológicas en la carrera por controlar la infraestructura de Internet. El control de estos cables submarinos puede dar a las empresas un control significativo sobre los flujos de datos globales, lo que puede tener implicaciones significativas para la privacidad del usuario y la seguridad de los datos.

En definitiva, esta inversión de Google en la infraestructura de Internet en la región del Pacífico es un hito importante para la compañía y para la industria tecnológica en general. Según Google, las mejoras en la infraestructura de Internet no solo beneficiarán a sus propios servicios, sino que también contribuirán al crecimiento económico y tecnológico en la región del Pacífico.

Por Daniel