En un par de años entrará en funcionamiento la primera planta pública de gestión y reciclaje de residuos textiles de origen doméstico de Galicia. Estará localizada en las instalaciones que la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) tiene en Cerceda y, en una primera fase, tendrá capacidad para tratar 3.000 toneladas de residuos al año. Una medida que, según explicó el presidente de la Xunta en la reunión posterior a su Consello de Goberno, que forma parte del plan estratégico 2024-2030 de la entidad, a la vez que responde a una obligación impuesta por las normativas europea y estatal.
Tal y como explicó la responsable de la cartera de Medio Ambiente del Ejecutivo autonómico, Ángeles Vázquez, tras la reunión del Consello, la Xunta ha incentivado a lo largo de estos últimos años a los ayuntamientos para que ya tengan contenedores específicos para depositar los residuos textiles, pero ahora «ya llegó el momento». Será a partir del 1 de enero de 2025 cuando todos los concellos tendrán que empezar a realizar la separación de estos residuos en origen y no se podrán destruir los excedentes, una obligación que la Administración quiere convertir en una oportunidad.
Para ello, «el Consello dio el visto bueno a destinar 14 millones de euros a construir esta primera planta pública, cuya licitación se hará antes de que termine el año y estará en funcionamiento para 2026». Esta, explicó Vázquez, tendrá una capacidad de gestionar 3.000 toneladas de residuos, que se podría ampliar hasta llegar a las 24.000. «Para hacerse una idea», indicó, «en este momento a Sogama llegan en la bolsa negra el 7% del residuo textil, es decir, unas 70.000 toneladas», algo en lo que hay que «trabajar» para que vayan directamente en contenedores separados en origen. Para ello, mantendrán contacto directo con las entidades sociales, que participaran en el desarrollo de la planta. Todo ello en un contexto que camina hacia la sostenibilidad, y legislaciones europeas muy centradas en aumentar la trazabilidad y la sostenibilidad de estos productos, siendo la industria textil una de las más contaminantes en la actualidad a nivel mundial.
Canon de Sogama
Tal y como explicó la conselleira en su intervención, la Xunta, como «no podía ser de otro modo», «cumple estrictamente con la ley», a pesar de que ya en su momento presentó alegaciones por no estar de acuerdo con cuestiones como el «tasazo» que provoca que el coste real en el caso de Sogama y de los 295 concellos adheridos sea de 108 euros por tonelada. Un incremento que la Xunta va a «paliar» asumiendo el 60% del incremento, siempre que se cumplan uno de dos objetivos: o bien reducir en un 1% las toneladas de la bolsa negra, o, si no, incrementar el reciclaje del contenedor amarillo o del contenedor marrón en un 3%.
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Fuente de la información: ABC