Florentino Pérez.

Las grandes empresas tecnológicas están gastando a un ritmo sin precedentes para dominar el mercado de la inteligencia artificial (IA). En 2024, gigantes como Amazon, Microsoft, Google y Meta han invertido un total de 218.000 millones de dólares en los centros de datos, columna vertebral de una tecnología que ven como una apuesta de futuro. Esa frenética carrera comercial está teniendo un beneficiario inesperado: Florentino Pérez.

Una Inversión Sin Precedentes

La importancia de los centros de datos en la era digital no puede subestimarse. Estos complejos tecnológicos son el corazón de la infraestructura de IA, permitiendo el procesamiento y almacenamiento de cantidades masivas de información. En este contexto, las inversiones de las grandes tecnológicas están dirigidas no solo a expandir su capacidad, sino también a mejorar la eficiencia energética y la seguridad.

Para empresas como Amazon y Google, la expansión de sus centros de datos es crucial para mejorar sus servicios en la nube y mantener su competitividad en un mercado que se mueve a una velocidad vertiginosa. La computación en la nube y la IA están interrelacionadas, ya que esta última requiere una inmensa capacidad de procesamiento para funcionar de manera eficiente.

Este fenómeno no solo se observa en Estados Unidos. En Europa, empresas como Microsoft están haciendo incursiones significativas para establecer nuevos centros de datos, aprovechando la creciente demanda de servicios de IA y la necesidad de cumplir con las normativas locales sobre protección de datos.

El inesperado ganador en esta carrera es Florentino Pérez, empresario que ha sabido capitalizar estas inversiones tecnológicas. A través de su compañía constructora, ha conseguido contratos significativos para la construcción de infraestructuras necesarias para estos centros de datos. De esta manera, Pérez se convierte en un actor clave en el desarrollo de la infraestructura tecnológica que está impulsando el futuro de la IA.

En esta dinámica, los gigantes tecnológicos no solo buscan aumentar su participación en el mercado, sino también establecer un control más férreo sobre los recursos tecnológicos fundamentales para el desarrollo de la inteligencia artificial. La competencia no es solo por quién ofrece el mejor producto, sino también por quién posee la infraestructura más avanzada y eficiente.

Para más información sobre la evolución de la inteligencia artificial, puede consultar este artículo en MIT Technology Review.

Fuente de la información: El Periódico