El reconocido escritor Paul Auster, autor de la aclamada ‘Trilogía de Nueva York’, falleció el martes en su hogar de Brooklyn a los 77 años, dejando un legado literario monumental. Su muerte fue confirmada por su amiga Jacki Lyden a varios medios de comunicación estadounidenses. Auster, quien había vivido en Brooklyn durante las últimas cuatro décadas, había estado luchando contra el cáncer de pulmón durante más de un año.
Auster, que alcanzó la fama literaria en la década de 1980 con la ‘Trilogía de Nueva York’, deja una obra de 34 libros, que incluye 18 novelas, varias memorias, obras de teatro, guiones, poesía y colecciones de relatos. Su estilo característico de narrativa posmoderna fraccionada y deconstruida ha tenido un profundo impacto en la literatura contemporánea.
La esposa de Auster, la premiada escritora Siri Hustvedt, reveló en marzo del año pasado que a su esposo se le había diagnosticado la enfermedad en diciembre de 2022. En sus palabras, Auster abordó su enfermedad con gracia y fortaleza, haciendo de su tiempo de enfermedad «algo hermoso, no feo».
Auster murió en su hogar en Park Slope, un encantador barrio de Brooklyn, a un paso de Prospect Park y lleno de las clásicas casas adosadas ‘brownstones’ de la zona. El escritor fue un importante factor en la reactivación de la gloria literaria de Brooklyn, donde también habían vivido grandes nombres de la literatura, como Walt Whitman y Norman Mailer.
A lo largo de su carrera, Auster fue reconocido por su capacidad para reinventar las formas de contar historias. Como explicó en ‘Una vida en palabras’, un libro de conversaciones sobre su propia obra, siempre buscó «escribir algo que para mí sea bonito, verdadero y bueno, pero también estoy interesado en inventar formas nuevas de contar historias. Quería poner todo del revés».
Además de escribir novelas de éxito, Auster también dirigió películas en varias ocasiones. Pero su pasión principal, desde su juventud, era la escritura. En su discurso de agradecimiento por el Premio Príncipe de Asturias de Literatura en 2006, Auster expresó su dedicación a la escritura diciendo: «No sé por qué hago lo que hago. Si lo supiera, es probable que no sintiera que necesito hacerlo».
Nacido en 1947 en Newark, Nueva Jersey, Auster creció en una familia judía y estudió literatura comparada en la Universidad de Columbia. A lo largo de su vida, Auster fue especialmente apreciado en Francia y en otros países europeos, como España.
En su última novela, ‘Baumgartner’, publicada el año pasado y terminada con el diagnóstico de cáncer encima de la mesa, la vejez y la muerte tienen un gran peso. La pérdida humana es una constante en la obra de Auster, y esta temática saltó trágicamente de las páginas de sus libros a su vida personal con la muerte de su hijo Daniel a los 44 años por sobredosis en la primavera de 2022.
A pesar del dolor personal y de la enfermedad, Auster nunca dejó de escribir. Hasta el final, mantuvo su compromiso con su arte y su deseo de conectar con personas a través de sus palabras. Como él mismo dijo en su discurso de agradecimiento en Oviedo, «Me he pasado la vida entablando conversación con gente que nunca he visto, con personas que jamás conoceré, y así espero seguir hasta el día en que exhale mi último aliento». Hoy, el mundo literario llora la pérdida de este titán de las letras, pero su influencia y su obra perdurarán.