USA y China han tratando arrimar posiciones en Alemania este fin de semana pasado frente a la novedosa brecha abierta entre las dos superpotencias por el escándalo del globo chino, en teoría espía, derruido por EEUU.
Los gobernantes sostuvieron un acercamiento ajeno de la Charla de Seguridad de Múnich, donde líderes de todo el planeta se juntaron para discutir los retos geopolíticos.
No obstante, según reportan los medios de todo el mundo, la asamblea entre sus primordiales diplomáticos probó lo bien difícil que va a ser llegar a un deber. El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el Asesor de Estado chino, Wang Yi, intercambiaron reproches más que nada género de temas, desde el globo y Taiwán hasta Corea del Norte y Rusia.
Blinken ha dicho este domingo que «no existe duda» de que el globo de enorme altitud procuraba hacer una supervisión activa.
«Lo que está claro es que, en el momento en que el globo estuvo sobre USA y volando esencialmente de oeste a este, procuró controlar emplazamientos militares muy sensibles. En ciertos casos, merodeó o regresó a ellos conforme avanzaba hacia el este», declaró a ‘Meet the Press’ de la ‘NBC’.
El Secretario de Estado aseveró que sostuvo una charla «muy directa y clarísima» sobre el globo con Wang, pero que no recibió una disculpa directa.
Por su lado, Wang Yi aseveró que la contestación de los estadounidenses al globo espía fué «histérica».
Blinken asimismo advirtió a China de que no preste acompañamiento militar a Rusia, aseverando que a USA le preocupa que China esté planificando mandar armas para usarlas en la guerra en Ucrania.