La crisis climática revienta los gráficos: el planeta bate récords de temperatura, deshielo y aumento del nivel del mar

El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (WMO) ha dejado claro que el cambio climático no es sólo una amenaza lejana, sino una realidad que ya está aquí. Los datos del informe son alarmantes: 2023 ha sido el año más cálido registrado en la historia del planeta, con una temperatura media de 1,45 grados por encima de la línea roja que indica los límites seguros del calentamiento global.

Además de las altas temperaturas, el informe también revela que hemos presenciado un aumento sin precedentes en las olas de calor en los océanos, afectando a más del 90% de la superficie marina. Los glaciares europeos y norteamericanos han registrado la mayor pérdida de hielo desde que se llevan registros. El informe también destaca que la extensión de hielo marino en la Antártida ha sido la más baja jamás observada por nuestra especie, equivalente a eliminar del mapa a Francia y Alemania juntas.

Pero no solo las temperaturas y el hielo están en riesgo. La acidificación de los océanos y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera también han alcanzado niveles récord. El nivel del mar también ha aumentado a un ritmo alarmante, duplicándose en la última década.

Para Celeste Saulo, Secretaria General de la WMO, «la crisis climática es el desafío decisivo para la humanidad». Según Saulo, el cambio climático está estrechamente relacionado con otras crisis sociales, como el aumento de la inseguridad alimentaria y los desplazamientos de población debido a desastres naturales. De hecho, el informe alerta que el número de personas en riesgo extremo de sufrir inseguridad alimentaria se ha duplicado desde el inicio de la pandemia, llegando a 333 millones.

El cambio climático también ha llevado a un aumento en los eventos climáticos extremos en todo el mundo. Inundaciones, ciclones tropicales, condiciones de calor y sequía extrema así como un incremento de los incendios han sido fenómenos recurrentes en los últimos años.

El año pasado, el paso del ciclón Daniel por el Mediterráneo causó estragos en Grecia, Bulgaria, Turquía y Libia. Durante el verano, los países mediterráneos experimentaron algunas de las olas de calor más extremas del planeta, con temperaturas cercanas a los 50 grados. Estos eventos extremos no sólo han causado daños materiales, sino también pérdidas humanas, con hasta 70.000 muertes prematuras atribuidas a las olas de calor.

Los expertos han vinculado estos eventos climáticos extremos y el calentamiento global a las emisiones descontroladas de gases de efecto invernadero por parte de nuestra especie durante siglos. A pesar de los esfuerzos por reducir estas emisiones, todavía siguen al alza y batiendo récords.

Además del impacto humano y ambiental, el cambio climático también está provocando graves pérdidas económicas. Según la ONU, cada año provoca pérdidas que ascienden a miles de millones. Por ejemplo, el paso del huracán Otis por México causó casi 50 muertes y pérdidas equivalentes a 15.000 millones de dólares.

En resumen, el cambio climático ya está aquí y sus efectos son cada vez más evidentes y devastadores. La factura climática no deja de crecer año tras año, y es hora de que tomemos medidas para hacer frente a este desafío global.