El Gobierno prepara una reforma profunda del sistema de ayudas que siguen recibiendo miles de plantas de energías renovables, las más antiguas, las que prácticamente inauguraron el sector en el país en la primera década de los dos mil y que antaño recibían primas sólo por producir. Una reforma con la que el Ejecutivo busca garantizar que sus dueños consigan la rentabilidad razonable comprometida por ley frente a los grandes vaivenes del mercado eléctrico, que ahora cada vez con más frecuencia registra precios de derribo.
La necesidad de una reforma en el contexto actual
En la primera década de los 2000, España se posicionó como uno de los líderes mundiales en la adopción de energías renovables. Este auge fue impulsado principalmente por un sistema de primas que incentivaba a los productores simplemente por generar electricidad. Sin embargo, este modelo se ha vuelto insostenible en el tiempo debido a los cambios en el mercado eléctrico y a la disminución de los costes de producción de energías limpias. En este contexto, el Gobierno ha decidido implementar una reforma que permita a las plantas más antiguas seguir siendo competitivas y rentables.
La reforma plantea varios ejes de actuación. En primer lugar, se busca adaptar las ayudas a la nueva realidad del mercado eléctrico, donde los precios han caído drásticamente en comparación con la década pasada. La volatilidad de los precios eléctricos actuales ha puesto en jaque la viabilidad de muchas plantas antiguas que no han podido adaptarse a las nuevas circunstancias. Por ello, uno de los objetivos principales de la reforma es garantizar una rentabilidad razonable para los propietarios de estas plantas.
El concepto de rentabilidad razonable, establecido por ley, busca equilibrar los intereses de los productores con los del sistema eléctrico y, en última instancia, con los consumidores. El Gobierno entiende que para mantener la confianza en el sector renovable y continuar atrayendo inversiones, es crucial que las plantas más antiguas no se vean abocadas al cierre por falta de rentabilidad.
Además, la reforma también pretende promover la eficiencia y la modernización de las plantas más antiguas. Para ello, se contemplan incentivos para que los propietarios inviertan en nuevas tecnologías y mejoras que permitan reducir los costes de operación y mantenimiento. De esta manera, se espera que las plantas puedan competir en igualdad de condiciones con las instalaciones más modernas.
Otro aspecto relevante de la reforma es la transparencia y predictibilidad en la asignación de ayudas. Hasta ahora, el sistema de primas ha sido criticado por su complejidad y falta de claridad, lo que ha generado incertidumbre entre los inversores. Con la nueva reforma, el Gobierno pretende simplificar el esquema de ayudas y establecer criterios claros y predecibles para su asignación, lo que contribuirá a mejorar la confianza en el sector.
El impacto de esta reforma no se limitará únicamente al ámbito económico. También se espera que tenga repercusiones positivas en el medio ambiente. Al garantizar la viabilidad de las plantas más antiguas, se evitará su cierre y, por tanto, se reducirá la necesidad de recurrir a fuentes de energía más contaminantes para cubrir la demanda eléctrica. De esta manera, la reforma contribuirá a los objetivos de descarbonización y lucha contra el cambio climático establecidos por el Gobierno.
Por último, la reforma también aborda el aspecto social. Las plantas de energías renovables generan empleo y actividad económica en las zonas donde se ubican. El cierre de estas instalaciones podría tener un impacto negativo en las comunidades locales, por lo que garantizar su viabilidad también tiene un componente social importante.
En definitiva, la reforma del sistema de ayudas a las plantas de energías renovables más antiguas es una medida necesaria para adaptar el sector a la nueva realidad del mercado eléctrico y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. El Gobierno está decidido a llevar a cabo esta reforma para asegurar que los propietarios de estas plantas puedan seguir obteniendo una rentabilidad razonable y contribuir a los objetivos de descarbonización y lucha contra el cambio climático.
Para más información sobre la reforma y otros temas relacionados con las energías renovables, visita el sitio web de Energías Renovables.