El Gobierno de España ha emitido una declaración en respuesta al reciente anuncio de una posible fusión entre dos gigantes bancarios del país, el BBVA y el Banco Sabadell. Las autoridades gubernamentales han afirmado que si se concreta esta operación, deberá respetar el principio de competencia y garantizar la continuidad de los avances alcanzados en los últimos años en términos de inclusión financiera.
Fuentes del Ministerio de Economía, dirigido por Carlos Cuerpo, han hecho hincapié en la necesidad de mantener un sector financiero competitivo. Según estas fuentes, el sector financiero actualmente está saneado y solvente, y es vital que cualquier cambio futuro respete estos logros.
A pesar de la alarma que ha generado el anuncio de la posible fusión, el Gobierno ha instado a la prudencia, recordando que por ahora, solo se trata de un anuncio. Sin embargo, han asegurado que la operación será sometida a un riguroso estudio por los canales adecuados.
La entidad encargada de este análisis será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que velará por los intereses de la competencia y se encargará de proteger los avances significativos logrados en los últimos años en términos de inclusión financiera.
En un giro interesante, la Vicepresidenta Segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha expresado su preocupación por el altísimo grado de concentración bancaria en España. Según Díaz, este escenario podría derivar en un riesgo sistémico para el país.
La concentración bancaria en España ha aumentado dramáticamente en los últimos años, pasando del 40% al 70%. Díaz ha afirmado que si la fusión se lleva a cabo, el país estará en riesgo de entrar en un régimen de oligopolio. Además, la Vicepresidenta ha manifestado su preocupación sobre la posibilidad de que esta fusión desencadene un expediente de regulación de empleo.
Pero las preocupaciones de Díaz no se limitan a las cifras. La Vicepresidenta ha expresado su temor de que si la operación se lleva a cabo, podría perjudicar el servicio bancario y causar más exclusión financiera. Según su análisis, esto podría conducir a un deterioro en la atención y el servicio público a la ciudadanía, resultando en una peor calidad del servicio.
Díaz ha señalado que ha discutido estos asuntos con sus socios de Gobierno y ha anticipado que el Ejecutivo tiene, sin lugar a dudas, la capacidad de exigir garantías de empleo si la fusión entre las dos entidades bancarias se lleva a cabo.
En conclusión, el potencial de una fusión entre BBVA y Banco Sabadell ha generado una considerable preocupación en el Gobierno español. Las autoridades están claramente decididas a garantizar que cualquier cambio futuro en el sector bancario se realice de manera que se respeten los principios de competencia y se protejan los avances logrados en términos de inclusión financiera.