El cerco de Ayuso a la jornada continua enfrenta a familias y profesores: "Mis hijos se quejan de que con la jornada continua comen muy tarde"

Impacto de la jornada partida en los alumnos

Los docentes han manifestado su creciente preocupación por el rendimiento académico de los estudiantes tras la implementación de la jornada partida en los centros educativos. Según los profesores, los alumnos regresan a las clases de la tarde más revueltos y con dificultades para concentrarse después de la comida.

Este cambio en el horario escolar, que divide la jornada en dos sesiones con un intervalo para comer, ha generado diversas opiniones entre la comunidad educativa. Los padres también han mostrado su inquietud, señalando que sus hijos están «muertos de sueño» al volver a las aulas tras el almuerzo.

Consecuencias en el rendimiento académico

Varios estudios han demostrado que el rendimiento académico de los alumnos puede verse afectado por el tipo de jornada escolar. En el caso de la jornada partida, la fatiga y el cansancio después del almuerzo son factores que influyen negativamente en la capacidad de los estudiantes para prestar atención y participar activamente en las clases de la tarde.

Los educadores han observado un aumento en los niveles de desmotivación y desinterés entre los alumnos, lo que se traduce en una menor participación en actividades escolares y un descenso en el rendimiento académico. La falta de una siesta o tiempo suficiente para descansar después de comer parece ser uno de los principales problemas que enfrentan los estudiantes.

Además, hay preocupaciones sobre el bienestar emocional de los alumnos. El estrés y la ansiedad generados por la presión de cumplir con un horario extenso y fragmentado pueden afectar negativamente su salud mental y emocional.

En un artículo publicado en Educación y Formación Profesional, se sugiere que los cambios en los horarios escolares deben ser evaluados cuidadosamente para asegurar que no perjudiquen el desarrollo integral de los estudiantes.

Los padres también han notado que sus hijos tienen más dificultades para conciliar el sueño por las noches, lo que agrava aún más la situación de cansancio durante el día. La falta de descanso adecuado puede llevar a un círculo vicioso en el que los alumnos no logran recuperarse completamente para afrontar las actividades escolares del día siguiente.

Las autoridades educativas están examinando posibles soluciones para mitigar estos efectos negativos. Entre las propuestas se incluye la posibilidad de ajustar los horarios de la jornada partida o implementar programas de descanso y relajación para los alumnos después de la comida. De esta manera, se busca mejorar el bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes, garantizando un ambiente educativo más saludable y productivo.

Fuente de la información: El Mundo