El CGPJ constata el «desproporcionado mayor riesgo» de las mujeres de ser asesinadas, según un análisis de 123 sentencias

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género revela que las mujeres soportan un «desproporcionado mayor riesgo a ser asesinadas» que los hombres

Según un análisis exhaustivo llevado a cabo por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, las mujeres tienen un riesgo desproporcionadamente mayor de ser asesinadas en comparación con los hombres. Este hallazgo proviene de un estudio de más de un centenar de sentencias dictadas por las audiencias provinciales del país durante 2021 y 2022. Aunque los hombres no son invulnerables a la violencia, las mujeres llevan la peor parte de este abuso mortal, como lo demuestran las 123 sentencias estudiadas, en las que se registraron 101 mujeres víctimas de violencia de género, 66 de las cuales fueron asesinadas.

En un análisis comparativo entre la violencia de género y la violencia doméstica íntima, el 88% de los casos estudiados corresponden al asesinato de mujeres, mientras que el 12% restante corresponde a la muerte de hombres. Cabe destacar que se trató de la primera vez que se incluyó en el estudio el examen de los casos de feminicidio, es decir, el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, fuera del ámbito de la pareja o expareja, así como las muertes de bebés recién nacidos.

En el período estudiado, los tribunales provinciales dictaron un total de 66 sentencias por violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja, todas ellas con un fallo condenatorio por delito de asesinato en 55 de los casos (75%) y por delito de homicidio en las 11 restantes (25%).

Perfil de las víctimas y de los agresores

Según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el perfil de la víctima típica era una mujer española de 40,7 años de edad. De las 66 víctimas, el 71,2% (47 mujeres) eran madres y en cuatro casos, los hijos presenciaron directamente el crimen o se encontraban en el lugar de los hechos cuando ocurrió. En contraste, el agresor típico era un hombre español de 45,1 años de edad. Su forma de actuar revelaba una conducta homicida cargada de ira y violencia, como demuestra el hecho de que en promedio asestaba más de 20 puñaladas a la víctima.

El estudio también realizó un análisis comparativo de las 529 sentencias en materia de violencia de género y violencia doméstica dictadas desde 2011, año en que el Observatorio comenzó a realizar su estudio desagregado. De ellas, 451 (85,25%) corresponden a crímenes de violencia de género y 78 (14,74%) a violencia doméstica íntima.

En concreto, las 123 resoluciones examinadas se dividieron en cuatro grupos: 66 referidas a casos de violencia de género por muerte de mujeres a manos de sus parejas o exparejas; 9 dictadas en casos de violencia doméstica íntima; 13 por muerte de menores (incluyendo cinco neonatos) y 35 en casos de feminicidio fuera del ámbito de la pareja o expareja.

Conexión entre la separación y el riesgo de violencia

Un hallazgo alarmante del estudio es que un tercio de las mujeres asesinadas (24) había anunciado su intención de separarse. La advertencia o la materialización de la ruptura se identificaron como un factor de riesgo para las mujeres, ya que pueden desencadenar una reacción brutal y homicida por parte del agresor. En los dos años analizados, se dictaron un total de 9 sentencias por crímenes ocurridos en el ámbito de la violencia doméstica íntima. En ninguno de estos casos se impuso a la agresora o al agresor una pena de prisión permanente revisable.

En el estudio comparativo desde que el Poder Judicial desagrega los tipos, desde el año 2011, se han dictado 529 sentencias, 451 lo han sido por violencia de género y 78 por violencia doméstica íntima. En los casos de violencia de género se han contabilizado 27 víctimas colaterales entre 2011 y 2022.

Asesinatos de menores en el ámbito de la violencia de género

Entre 2021 y 2022, se dictaron 13 sentencias por asesinatos u homicidios de menores en el ámbito de la violencia de género, de la violencia doméstica o como consecuencia de violencia sexual. Las víctimas de la violencia vicaria tenían 8 meses y 10 años, eran niños y los autores de los crímenes, de 20 y 44 años, eran sus padres biológicos.

Estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de abordar la violencia de género y doméstica en todas sus formas y de proteger a las víctimas de todas las edades y géneros. A medida que avanzamos en la lucha contra la violencia de género, es fundamental que sigamos elevando la voz de las víctimas y que nos esforcemos por lograr un futuro en el que todas las personas puedan vivir libres de miedo y violencia.