Mariona tras el primer gol recibe las felicitaciones de Pina y Paralluelo durante el partido de vuelta de las semifinales de la copa de la Reina entre el Barça y el Athletic de Bilbao

Como una reina que vuelve a su palacio, Alexia Putellas entró de nuevo en el campo, al calor de su gente, en su estadio, ese que jamás quiere dejar de pisar. La grada coreaba su nombre, las más pequeñas enloquecían al verla calentar en la banda, y los aplausos resonaban como un trueno cuando entró en el rectángulo de juego. Sin duda alguna, no había mejor momento para volver.

El equipo de Barça demostró una vez más su fortaleza y dominio en el campo, avanzando con paso firme hasta la final de la Copa de la Reina, donde ya esperaba la Real Sociedad. En un partido eficiente y preciso, las azulgranas superaron al Athletic Club con un resultado final de 2-1.

Con el amplio resultado del partido de ida (0-3), apenas había lugar para la discusión. El Barça ya tenía su billete a la final. El partido fue, más que un duelo, un trámite que se zanjó sin más. El partido fue irremediablemente igual que todos los anteriores: las azulgranas no soltaron el balón.

Mariona abrió la cuenta a los 20 minutos de partido. Un lanzamiento directo a las manos de Quiñones, que rechazó el balón. Este cayó sobre la bota derecha de Mariona, quien no arriesgó y cruzó el esférico al palo largo. Una jugada perfecta, imposible para la guardameta, que no pudo evitar el hambre goleadora de este equipo.

Las leonas del Athletic intentaron responder a los golpes. Unas cuantas escapadas rebeldes, pero nada más que intentos frustrados de remover un partido que el Barça tenía bajo control.

En la segunda parte, las locales mantuvieron la tensión, mientras las vascas, muy de vez en cuando, lo seguían probando. Hasta que Pinedo vio portería con un gol de esos que la fotografía da para portadas. Sandra Paños voló, se estiró como un chicle, pero no llegó al pequeño recoveco en la escuadra por donde la vasca coló el balón.

Con el empate, Alexia se quitó el peto. Ajustándose la diadema del pelo, veía como Claudia Pina se acercaba a la banda para darle el relevo. La imagen se repetía. En su primer retorno al Johan Cruyff, después de 9 meses parada por culpa de la rotura del ligamento cruzado, Alexia esperaba en la banda nerviosa. El 30 de abril de 2023, a lo lejos veía como Pina se iba acercando, con más prisa que pausa, para darle entrada. Casi un año después, la de Montcada y Reixach volvió a cederle el testigo.

Alexia pisó el césped entre vítores. Ya había disputado unos minutos previamente en su retorno ante la Real Sociedad en liga, pero el Johan la aguardaba. ¿Seguirá en el Barça la temporada que viene? Para dar el sí, que siempre ha sido su opción predilecta, necesitaba curarse de la lesión. Trabajo hecho. Ahora, en los próximos meses, la batalla es otra.

Patri Guijarro cerró el partido con un auténtico mísil a la altura del punto de penalti. Reventó el balón que casi empujó Quiñones dentro de la portería. Un gol de poder, de autoridad, para un Barça que ya sabe que el 18 de mayo tiene una cita importante en el calendario. Una final más que acerca al equipo dirigido por Jonatan Giráldez a su gran objetivo. Ganar todo, ser campeonas de campeonas, y tras la victoria ante el Athletic la posibilidad está más viva que nunca.