Sifaka diademada, especie en peligro

Las especies de mamíferos de gran tamaño que viven en hábitats fragmentados se enfrentan a un riesgo creciente de extinción. Una reciente investigación ha puesto de relieve que este riesgo es exacerbado por factores ecológicos, como la dinámica del sistema depredador-presa. Este sistema se vuelve particularmente complejo cuando una especie en peligro de extinción se alimenta de otra que está en la misma situación. En tales casos, surge un dilema ético y práctico: ¿debería el ser humano intervenir o permitir que la naturaleza siga su curso?

Esta pregunta se planteó en un estudio científico reciente que examinó el comportamiento de los lémures sifaka diademado (Propithecus diadema), que están en peligro crítico de extinción. Estos lémures fueron observados siendo atacados por el carnívoro más grande de Madagascar, el fosa (Cryptoprocta ferox), en la Reserva Natural Estricta de Betampona. La reserva es un bosque lluvioso de baja altitud de 22 kilómetros cuadrados, aislado de corredores forestales más grandes y rodeado por tierras agrícolas.

Los investigadores observaron los cambios de comportamiento de los lémures en respuesta a los ataques del fosa y registraron cualquier estrategia antidepredador adoptada. También cuantificaron la frecuencia de los ataques y el impacto de la depredación en la población de lémures. Durante el estudio, los investigadores presenciaron cinco intentos de depredación por fosa, un sifaka muerto con evidencia de depredación por fosa y la desaparición de tres individuos.

Los lémures adoptaron tres estrategias para escapar de los depredadores: huyeron en distancias cortas, se escondieron y permanecieron vigilantes. A pesar de estas estrategias, los investigadores concluyeron que el impacto de la depredación, combinado con las bajas tasas de reproducción y la endogamia potencialmente alta de esta población aislada de lémures, podría afectar la supervivencia de esta especie en la reserva de Betampona.

Los investigadores recomendaron que las estrategias de conservación deberían incorporar la dinámica depredador-presa y sugerieron que se deberían tomar medidas para crear corredores forestales para permitir la movilidad de las especies y aliviar la presión de los depredadores. Además, los investigadores advirtieron que los animales domésticos, como los perros y los gatos, pueden competir con los depredadores naturales y tener un impacto directo en las poblaciones de presas.

El estudio también destacó que habituar a los depredadores a la presencia de humanos puede cambiar la intensidad de la depredación, ya que elimina el miedo a los humanos que pudo haber protegido a los lémures de la depredación cuando los humanos no estaban presentes.

El estudio concluyó que las acciones de conservación que consideran la dinámica ecológica junto con los factores antropogénicos pueden ayudar a la viabilidad a largo plazo de las poblaciones pequeñas y aisladas. Sin embargo, los investigadores también advirtieron que la intervención humana puede tener efectos no deseados y que las actividades humanas pueden tener «efectos en cascada» en los ecosistemas. La conservación exitosa, argumentan, debe tener en cuenta el equilibrio del ecosistema en su conjunto y no centrarse únicamente en la protección de una sola especie.

Este estudio subraya la complejidad de las cuestiones de conservación y la necesidad de un enfoque equilibrado y basado en la evidencia para proteger a las especies en peligro de extinción.

Para más información, el informe completo está disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ece3.11248.