El surgimiento de Ozempic y su impacto en el tratamiento de la diabetes y la pérdida de peso
Desde la irrupción de un medicamento revolucionario en el tratamiento de la diabetes, España ha experimentado un fenómeno insólito. Llamado Ozempic – o semaglutida, según su denominación genérica – este fármaco ha ganado popularidad no solo entre las personas con diabetes, sino también entre aquellos que buscan perder peso. Este fenómeno ha llevado incluso a problemas de suministro en las farmacias desde su llegada en 2019.
Ozempic pertenece a la familia de los análogos del receptor de GLP1 (arGLP1). Estos fármacos aumentan la secreción de insulina del páncreas y mejoran su sensibilidad, lo que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Además, los arGLP1 actúan en el centro cerebral que controla la sensación de hambre, generando un mayor sentimiento de saciedad, disminuyendo la velocidad de vaciado del estómago y reduciendo la apetencia por las grasas. Estos efectos combinados han demostrado ser eficaces para la pérdida de peso rápida, hecho que ha catapultado a Ozempic a la fama.
Un nuevo enfoque en el tratamiento de la diabetes y la obesidad
El laboratorio que comercializa Ozempic ha lanzado recientemente Wegovy, un fármaco con la misma molécula que Ozempic pero orientado específicamente a la pérdida de peso. Según el Dr. Cristobal Morales, endocrinólogo e investigador en el Hospital Vithas y en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, «se están llevando a cabo ensayos clínicos para probar su eficacia en enfermedades como la arterial periférica, el Alzhéimer, el Párkinson, la enfermedad hepática metabólica y la apnea obstructiva del sueño».
Morales, quien también es miembro de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) y de la Sociedad Española de Diabetes (SED), explica que la razón de estos ensayos radica en que muchas de estas enfermedades están relacionadas con la obesidad y la diabetes.
No obstante, el Dr. Morales advierte que estos medicamentos deben ser usados con responsabilidad. «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad», dice, refiriéndose a la facilidad con la que estos medicamentos pueden ser mal utilizados para bajar de peso rápidamente, lo que puede resultar en problemas de salud a largo plazo.
Varias compañías farmacéuticas han empezado a desarrollar medicamentos para la pérdida de peso basados en fármacos para la diabetes. Un ejemplo es el Mounjaro de Lilly, que contiene tirzepatida y que ha logrado pérdidas de hasta el 22% del peso corporal en pacientes obesos.
La metformina y su posible efecto antienvejecimiento
Entre los medicamentos para la diabetes que han atraído la atención del público, la metformina se destaca por su posible efecto antienvejecimiento. Salvador Macip, director de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y catedrático de la Universidad de Leicester (Reino Unido), explica que se observó que los diabéticos que toman metformina tienden a vivir más que aquellos que toman otros medicamentos.
«La evidencia en longevidad apunta a factores como el ejercicio moderado y regular, una dieta equilibrada basada en el modelo mediterráneo, mantener un peso saludable y evitar tóxicos como el alcohol o el tabaco», señala Macip.
En este nuevo panorama de tratamiento de la diabetes y la obesidad, el Dr. Morales destaca que hemos pasado de un enfoque en el que el tratamiento de la diabetes tipo 2 estaba centrado en bajar el azúcar a una visión más holística. «Si conseguimos perder grasa, acabamos con la diabetes y remiten enfermedades metabólicas, como la obesidad».