El lunes pasado, los ejecutivos de Altri, una empresa con sede en Portugal, celebraron una conferencia de prensa en Santiago para discutir el proyecto Gama, una propuesta para construir una fábrica de fibras textiles y lyocell en Palas de Rei, Lugo. El CEO de Altri, José Soares De Pina, enfatizó la innovación del proyecto, llamándolo una «oportunidad única» para aprovechar los recursos naturales de la región gallega y ofrecer una solución a una de las industrias más contaminantes del mundo: la moda.
Fabricación sostenible y reducción de residuos
La industria de la moda genera alrededor de 5 millones de toneladas de residuos textiles solo en Europa cada año. El proyecto Gama tiene como objetivo abordar esta cuestión y cambiar la percepción pública del proyecto, que De Pina admitió que ha sido afectada por la «desinformación». A pesar de las 23,000 objeciones presentadas contra el proyecto y una manifestación reciente que atrajo a aproximadamente 20,000 participantes, De Pina insistió en que muchos de los argumentos en contra del proyecto están basados en información falsa.
En un esfuerzo por reducir la huella de carbono de la industria de la moda, la fábrica de Altri se convertirá en la primera del mundo en integrar la producción de pasta soluble y lyocell, un material que tiene una huella de carbono mucho menor que otros textiles. De Pina también hizo hincapié en que los CO2 generados en la planta no serán derivados de combustibles fósiles, sino de la combustión de los compuestos orgánicos de la madera.
Además, Altri planea crear una planta piloto de reciclaje una vez que la fábrica de Palas de Rei esté establecida. Este esfuerzo está destinado a abordar la crisis de los residuos textiles, de los cuales solo se recicla el 2% en Europa.
Financiación y viabilidad del proyecto
A pesar de la promesa del proyecto, De Pina reconoció que aún hay obstáculos que superar. Dos criterios principales deben cumplirse antes de que se tome una decisión final sobre la inversión en el proyecto. En primer lugar, debe haber «seguridad jurídica», que se obtendrá con la licencia ambiental integrada. En segundo lugar, el proyecto requiere un 25% de financiamiento de fondos públicos. De Pina señaló que han estado en diálogo constante con las administraciones central y regional, y que todas las partes han expresado un apoyo positivo al proyecto.
Si se cumplen estos criterios, De Pina espera que la planta de pasta soluble esté en funcionamiento en 33 meses, y la planta de lyocell en 36 meses. Sin embargo, si hubiera demoras significativas en la obtención de los fondos o la aprobación de las administraciones, De Pina admitió que tendrían que considerar otras opciones.
En resumen, el proyecto Gama de Altri representa un esfuerzo por abordar la contaminación de la industria de la moda y promover la sostenibilidad en la producción textil. Aunque todavía hay desafíos por superar, el proyecto tiene el potencial de revolucionar la industria textil y reducir significativamente los residuos textiles en Europa.