El hasta ahora ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública José Luis Escrivá asume, este viernes 6 de septiembre, su cargo como gobernador del Banco de España. Sustituye a Pablo Hernández de Cos, que lo ejercía desde 2018 hasta el pasado mes de junio. La decisión se consuma con polémica, en tanto el PP considera que Escrivá no es independiente y no tiene credibilidad.
«Esta nueva invasión del Banco de España, que un Gobierno señale a un ministro como gobernador, es muy malo para el Banco de España y el prestigio del BCE», ha dicho el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, este 3 de septiembre en Madrid durante un Desayuno Informativo de Europa Press. Pero más allá del reto político -que no es poco-, Escrivá se enfrentará a los propios del cargo. ¿Cuáles serán estos retos?
El Informe Anual 2023 del Banco de España, publicado el pasado mes de abril, aborda tales retos en detalle y plantea las palancas de política económica para hacerles frente. Pero, además, Pablo Hernández de Cos los dejó por escrito en el blog de la entidad, un par de meses antes de dejar el cargo, a modo de tarea para su sucesor. Seis años al frente garantizan la veracidad de su análisis.
1. Hay que aumentar la productividad
El informe del Banco de España señala que el crecimiento de la productividad se ha ralentizado en mayor medida que en otros países desarrollados. «La productividad por hora trabajada en España se ha mantenido desde 2008 entre un 10% y un 15% por debajo de la de la eurozona», dice el exgobernador y se pregunta: «¿Qué explica nuestra baja productividad?».
Entre las respuestas a esta interrogante está que el tejido empresarial español destaca por un peso elevado de pequeñas empresas, que suelen ser menos productivas, y un bajo nivel de rotación, que también limita el crecimiento de la productividad. En las áreas en las que habría que incidir, señala el texto, se encuentran el marco regulatorio e institucional, y los condicionantes del tamaño y demografía empresarial.
«España ha dejado de converger con Europa de un modo sostenido desde la crisis financiera de 2007. La brecha actual es de unos 15 puntos porcentuales en renta per cápita. Los principales motivos son la baja productividad y la baja tasa de empleo. A su vez, estos factores están estrechamente relacionados con otros importantes desafíos que afronta la economía española», señala Hernández de Cos.
La polémica política en torno a la designación de Escrivá
La designación de José Luis Escrivá no ha estado exenta de controversia. Desde el Partido Popular se ha cuestionado su independencia, calificando la decisión como un intento del Gobierno de Pedro Sánchez de ejercer un control político sobre el Banco de España. «Esta nueva invasión del Banco de España es muy mala para el prestigio del BCE y para la independencia de nuestra institución», insistió Núñez Feijóo. En este contexto, Escrivá no solo tendrá que lidiar con los desafíos económicos, sino también con la sombra de la politización de su cargo.
2. Se debe mejorar la preparación de los profesionales y la inversión en I+D+i
A pesar de la mejora en las últimas décadas, el nivel formativo de la población española sigue siendo inferior a la media europea, asegura el exgobernador, que recomienda «una revisión profunda de nuestro sistema educativo».
Para ello, señala que sería fundamental impulsar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo, mejorar el sistema universitario, vinculando la financiación a objetivos de excelencia y adecuando la oferta a la demanda, y aumentar la FP dual, complementada por la formación continua de los trabajadores.
Sobre la inversión en I+D+i asegura el exgobernador que la proporción de empresas innovadoras es baja, así como es reducido el gasto en investigación, desarrollo e innovación. Deja como tarea mejorar la eficiencia de los incentivos fiscales a la innovación, seleccionando rigurosamente los proyectos de inversión de los fondos europeos NGEU, entre otros aspectos.
3. Urge un plan de consolidación presupuestaria
Según el informe, España atraviesa la mayor vulnerabilidad de su economía, por el desequilibrio fiscal y la elevada deuda pública. «A finales de 2023, la deuda pública se situó en el 108% del PIB, nivel históricamente muy elevado, unos 10 puntos más que antes de la pandemia, y más de 30 puntos por encima del promedio de la eurozona. Además, el déficit público presenta un elevado componente estructural, que ha empeorado desde la pandemia: habría aumentado desde el 3,1% del PIB en 2019 hasta un 3,7% en 2023», explica Hernández de Cos.
El exgobernador dice que urge elaborar un plan de consolidación presupuestaria de medio plazo que refuerce la sostenibilidad de las finanzas públicas, que además debe ajustarse al nuevo marco fiscal de la UE. En el caso de España, el cumplimiento de dicho marco obligaría a reducir el déficit estructural primario medio punto de PIB en promedio anual entre 2025 y 2031.
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