Archivo - Vacunación de un menor en una imagen de archivo.

El sarampión vuelve a ser una preocupación global a pesar de las medidas de prevención

A pesar de los esfuerzos por controlar y erradicar el sarampión, una enfermedad muy contagiosa y potencialmente mortal, recientes brotes en Europa han llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a reiterar su llamado a la población para que se vacunen. Hace unos años, la OMS detectó un alarmante incremento de casos de sarampión, que se habían multiplicado por cuatro en Europa.

En enero de este año, la Agència de Salut Pública de Catalunya (Aspcat) informó sobre un caso importado de sarampión y el seguimiento de otro paciente, un niño residente en Catalunya, que ahora se encuentra fuera de peligro. Estos casos han generado preocupación, lo que ha llevado a Salut a pedir a todos los nacidos entre 1966 y 1980 que se vacunen contra el sarampión.

El sarampión en España

En España, se han registrado brotes de sarampión en Toledo y Alicante, lo que ha puesto de nuevo el foco en esta enfermedad. El aumento de casos en países como Rumanía ha llevado a la OMS a estar en alerta. A pesar de la introducción de la vacuna contra el sarampión en 1978, la incidencia de esta enfermedad en España ha ido disminuyendo progresivamente, pero los recientes brotes han generado preocupación.

¿Cómo se contagia el sarampión? Generalmente, el sarampión se contrae durante la infancia, entre los 12 meses y los 4 años. Se transmite a través del contacto directo con una persona infectada o por el aire, con las gotitas de Pflügge (minúsculas secreciones que expulsamos al hablar, toser o estornudar).

Las personas que tienen sarampión son contagiosas hasta 5 días antes y hasta 4 días después de que comience la erupción, y el contagio es mayor mientras el paciente tiene fiebre, mocos o tos.

Síntomas y prevención del sarampión

Los principales síntomas del sarampión son la fiebre alta y puntitos blancos en la piel rodeados de un halo de inflamación rojo (exantema maculopapular). Otros síntomas pueden incluir conjuntivitis o rinitis, y en adultos puede ir acompañado de gastroenteritis y afectación hepática.

El diagnóstico temprano del sarampión se facilita realizando un análisis de sangre que permitirá la detección de los anticuerpos frente a la infección.

La única manera de prevenir el sarampión es vacunándose. Actualmente, se administran dos dosis de la vacuna del virus atenuado, una a los 12 meses de edad y otra de recuerdo a los 4 años.

Tratamiento del sarampión

Ante el virus del sarampión no existe un tratamiento antiviral específico. Cuando alguien sufre el sarampión el tratamiento que recibe es a base de antitérmicos para la fiebre y antitusígenos para la tos. Durante la infección, el enfermo debe guardar reposo y mantenerse bien hidratado. Los antibióticos solo se administran cuando aparecen complicaciones bacterianas.

Es importante recordar que una persona que ha padecido el sarampión queda inmunizada para toda la vida; sin embargo, prevenir esta infección es crucial, ya que puede tener secuelas graves. La prevención, a través de la vacunación, es la mejor manera de protegernos a nosotros y a los demás de esta enfermedad.