Ovejas afectadas por el mal de la lengua azul, en una imagen de archivo

El brote de lengua azul en Cataluña: un desafío para la economía agropecuaria

El sector agropecuario catalán afronta un nuevo desafío con la reciente detección de un caso de virus de lengua azul en una explotación de ovino y caprino en Vilademuls, Pla de l’Estany. De acuerdo con la confirmación ofrecida el lunes por la Conselleria d’Acció Climàtica, este es el primer caso desde 2009 de esta enfermedad en Cataluña, lo que ha desencadenado la implementación de medidas de prevención y vigilancia.

A pesar de que la lengua azul afecta primordialmente a los animales rumiantes, no tiene ningún impacto en la salud humana. Consciente de la importancia de mantener la confianza del consumidor, el Govern ha reiterado que el consumo de carne y leche sigue siendo seguro. Sin embargo, el impacto económico podría ser considerable si no se controla la propagación de la enfermedad.

Un esfuerzo conjunto

Para frenar la propagación del virus, se ha declarado la vacunación obligatoria para todas las especies ovina y bovina en la zona restringida alrededor del foco de la infección. Esta medida afecta a 3.679 explotaciones bovinas y 1.744 ovinas de 20 comarcas repartidas entre Girona, Barcelona y la Cataluña Central.

La Conselleria d’Acció Climàtica, dirigida por David Mascort, ha anunciado la compra de un millón de dosis de la vacuna, suficiente para cubrir a los aproximadamente 250.000 bovinos y los 14.000 ovinos presentes en estas granjas. Esta medida de precaución busca proteger la economía agropecuaria de la región, la cual podría verse seriamente afectada si el virus se propagara más ampliamente.

Además de la vacunación, las autoridades piden a los propietarios de las granjas que comuniquen a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de infección. Este primer caso ha sido detectado gracias a la vigilancia de un veterinario que supervisa la explotación afectada. El animal infectado ha dado positivo al serotipo 8 del virus.

La lengua azul es una enfermedad vírica que se transmite de animal a animal a través de un vector, y no por contacto directo. Este vector son ciertas especies de mosquito del género Culicoides, que no afecta a las personas. La gravedad de la enfermedad en los rumiantes varía en función de la especie y el serotipo.

Con la detección de este caso, la comarca del Pla de l’Estany y todo el territorio de las provincias de Girona y de Barcelona pierden el estatus de zona libre de enfermedad. Por lo tanto, quedan regulados bajo ciertas condiciones los movimientos de los animales susceptibles a la enfermedad hasta que esta zona vuelva a declararse libre de esta enfermedad, lo que durará al menos dos años.

La Conselleria d’Acció Climàtica tiene previsto realizar esta semana una reunión con el sector ganadero afectado para informarles del caso detectado en Vilademuls, asesorarles y resolver las dudas que puedan surgir. En estos momentos, es crucial que tanto las autoridades como los agricultores y ganaderos trabajen juntos para contener la propagación del virus y minimizar su impacto en la economía local.

Por Daniel