Ciclismo, un deporte usualmente dominado por atletas más ligeros, a veces encuentra excepciones a esta regla. En el caso de Jonathan Milan, un gigante italiano de 1,93 metros, su tamaño no es una barrera para su éxito en el deporte. Esta idea se hizo patente cuando el ciclista se alzó en su bicicleta para celebrar su victoria en un esprint durante la cuarta etapa del Giro de Italia.
Milan ya había logrado una victoria en el Giro del 2023 y en esta ocasión, volvió a demostrar su poderío imponiéndose sobre otro gigante del ciclismo, Filippo Ganna (también de 1,93 metros de altura), quien había tomado la delantera en el Capo Mele, un pico que se encuentra a lo largo de la ruta de la famosa Milán-San Remo en la costa mediterránea.
La carrera también tuvo un enfoque español, a pesar de la representación limitada de corredores nacionales en la competencia. De los cinco corredores españoles en la carrera, Fran Muñoz del equipo de Contador (Polti Kometa) destacó al estar en fuga durante más de 130 kilómetros.
Muñoz es un producto de la escuela Contador, un estilo de ciclismo que aboga por el protagonismo y la visibilidad como herramientas de éxito comercial. Esta filosofía fue popularizada por el ciclista de Pinto, quien se hizo reconocible por su espíritu atacante y su enfoque de «ganar o nada».
El equipo Polti, al igual que Eolo antes, es una escuadra que fue invitada al Giro y que ha demostrado su valía a través de su actitud y desempeño. Siempre buscan destacar y no pasar desapercibidos, una característica que es lamentablemente poco común en el pelotón.
Finalmente, a Muñoz y De Bod los alcanzaron a 4 kilómetros de la meta, un final esperado para esta etapa de la carrera. La única sorpresa fue una caída que resultó en la retirada de Girmay.
En esa coyuntura, Ganna tomó ventaja en el repecho de Mele, lo que obligó al equipo Lidl-Trek a realizar un esfuerzo adicional para apoyar a su gigante, Milan, quien finalmente se impuso en un esprint exultante.
En resumen, la cuarta etapa del Giro de Italia fue un despliegue de habilidad, estrategia y fuerza, con Jonathan Milan destacándose una vez más como una figura imponente en el mundo del ciclismo. Su éxito demuestra que, a pesar de las expectativas de tamaño y peso en el deporte, hay espacio para los ciclistas de todos los tamaños para triunfar en el ciclismo profesional.