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El gobierno confía en que, esta vez sí, PP y PSOE se pongan de acuerdo en la reforma de la Ley de Extranjería para el reparto obligatorio de los menores extranjeros no acompañados entre CCAA.

Consenso político para abordar un problema humanitario

**El Gobierno de España** ha manifestado su esperanza en que, finalmente, el **Partido Popular (PP)** y el **Partido Socialista Obrero Español (PSOE)** lleguen a un acuerdo para reformar la **Ley de Extranjería**, con el objetivo de establecer un **reparto obligatorio de menores extranjeros no acompañados** entre las **Comunidades Autónomas (CCAA)**. Esta reforma se presenta como una solución a la creciente llegada de menores no acompañados, que ha saturado los recursos de algunas regiones del país.

El **Ministerio del Interior**, liderado por **Fernando Grande-Marlaska**, ha subrayado la necesidad de una **distribución equitativa** para garantizar una atención adecuada a estos menores, quienes en muchos casos han atravesado situaciones extremadamente difíciles en sus países de origen y durante su viaje a España. La propuesta de reforma busca establecer criterios claros y justos para el reparto, considerando factores como la capacidad de acogida y los recursos disponibles en cada **Comunidad Autónoma**.

El **Partido Popular**, dirigido por **Alberto Núñez Feijóo**, ha mostrado disposición a dialogar, pero ha insistido en que la reforma debe incluir medidas de **control fronterizo** más estrictas y una política de **inmigración** que garantice la seguridad y el orden. Por su parte, el **PSOE**, encabezado por **Pedro Sánchez**, ha defendido una postura más humanitaria, subrayando la importancia de la **integración** y la **protección de los derechos de los menores**.

El debate sobre la **Ley de Extranjería** no es nuevo. En los últimos años, España ha experimentado un aumento significativo en la llegada de menores extranjeros no acompañados, especialmente a regiones como **Andalucía**, **Cataluña** y **Ceuta y Melilla**. Estas CCAA han visto cómo sus centros de acogida han alcanzado niveles críticos de saturación, lo que ha generado tensiones entre las distintas administraciones y ha evidenciado la necesidad de una solución conjunta y coordinada.

En este contexto, diversas **organizaciones no gubernamentales (ONGs)** y entidades sociales han hecho un llamado a los partidos políticos para que dejen de lado sus diferencias y trabajen en una reforma que priorice el bienestar de los menores. La **Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)** también ha expresado su apoyo a la propuesta de reparto, destacando que una distribución justa y equitativa permitiría a todas las CCAA contribuir de manera proporcional al esfuerzo de acogida.

El **alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU**, **Michelle Bachelet**, ha instado a España a cumplir con sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos y protección de menores. Bachelet ha señalado que la situación de los menores extranjeros no acompañados es un desafío global que requiere soluciones solidarias y colaborativas entre los estados.

La **reforma de la Ley de Extranjería** también busca mejorar los procedimientos de **asilo y refugio**, asegurando que los menores reciban una atención integral que incluya **educación**, **sanidad** y apoyo psicológico. La propuesta contempla la creación de una **red nacional de acogida** que facilite la gestión y el seguimiento de cada menor, garantizando su seguridad y bienestar.

Por otro lado, la **Comisión Europea** ha expresado su interés en la iniciativa española, viendo en ella un posible modelo a seguir para otros países de la Unión Europea que enfrentan desafíos similares. En Bruselas, se ha discutido la posibilidad de implementar un sistema de reparto obligatorio de menores no acompañados a nivel europeo, inspirado en la propuesta española.

El **Ministerio de Justicia** también participa en el debate, proponiendo reformas legales que faciliten la **regularización** de los menores y su tránsito hacia la vida adulta. Entre las medidas sugeridas se encuentran la **reducción de los plazos** para la obtención de permisos de residencia y trabajo, así como la simplificación de los trámites administrativos.

En las próximas semanas, se espera que el **Congreso de los Diputados** debata la propuesta de reforma, con la esperanza de alcanzar un consenso que permita su aprobación. Los líderes políticos han subrayado la importancia de actuar con celeridad, dado que la situación en los centros de acogida es crítica y requiere soluciones inmediatas.

El **sistema de protección de menores** en España se enfrenta a uno de sus mayores desafíos, y la reforma de la Ley de Extranjería podría ser un paso crucial para garantizar que todos los menores extranjeros no acompañados reciban la atención y el apoyo que necesitan. La cooperación entre el PP y el PSOE será clave para avanzar en este objetivo y demostrar que, más allá de las diferencias políticas, es posible trabajar juntos por el bien común.

La sociedad española observa con atención este proceso, esperando que los responsables políticos actúen con responsabilidad y humanidad. La reforma de la Ley de Extranjería representa una oportunidad para fortalecer el sistema de acogida y protección, y para reafirmar el compromiso de España con los derechos humanos y la solidaridad internacional.