Descubren que los PFAS entran en el cuerpo a través de la piel

PFAS: Compuestos químicos peligrosos se infiltran en nuestros cuerpos a través de la piel

Una reciente investigación científica publicada en la revista ‘Environment International’ ha revelado que los compuestos químicos potencialmente tóxicos conocidos como PFAS (sustancias perfluoroalquiladas), que están presentes en una multitud de utensilios y productos de uso cotidiano, pueden ser absorbidos fácilmente a través de nuestra piel, convirtiéndose en parte de nuestro organismo incluso sin necesidad de ingerirlos.

Los investigadores que llevaron a cabo este estudio han demostrado por primera vez que una amplia gama de PFAS, que no se descomponen en la naturaleza, pueden atravesar la barrera cutánea y llegar al torrente sanguíneo del cuerpo. Su prolongada persistencia en nuestros cuerpos y en el ambiente les ha hecho merecedores del sobrenombre de ‘químicos eternos’.

PFAS: Un enemigo invisible en nuestra vida cotidiana

Las PFAS se utilizan ampliamente para fabricar productos de consumo, desde uniformes escolares hasta productos de cuidado personal, debido a sus propiedades repelentes de agua y de manchas. Si bien algunas sustancias han sido prohibidas por regulaciones gubernamentales, otras todavía se usan ampliamente pese a que existen serias dudas sobre su inocuidad para la salud humana.

Las PFAS ingresan al cuerpo a través de varias vías, como al inhalarlas o ingerirlas a través de los alimentos o el agua potable, y se sabe que causan efectos adversos para la salud, tales como una menor respuesta inmune a la vacunación, deterioro de la función hepática y disminución del peso al nacer.

El estudio más completo sobre el tema

El nuevo estudio ahora publicado es la evaluación más completa realizada hasta ahora sobre la absorción de PFAS en la piel humana y confirma que la mayoría de ellos pueden ingresar al cuerpo a través de esta ruta.

La autora principal del estudio, Oddný Ragnarsdóttir, de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), explicó: «La capacidad de estos químicos para ser absorbidos a través de la piel se había descartado anteriormente porque las moléculas están ionizadas. Se pensaba que la carga eléctrica que les da la capacidad de repeler el agua y las manchas también los hacía incapaces de cruzar la membrana de la piel”. Pero eso no es así.

«Nuestra investigación muestra que esta teoría no siempre es cierta y que, de hecho, la absorción a través de la piel podría ser una fuente importante de exposición a estos químicos dañinos», añadió.

Resultados inquietantes

De las 17 PFAS analizados, el equipo encontró que 15 sustancias mostraron una absorción dérmica sustancial: al menos el 5% de la dosis de exposición. En las dosis de exposición examinadas, la absorción en el torrente sanguíneo de la PFAS más regulado (ácido perfluorooctanoico; PFOA) fue del 13,5% y un 38% adicional de la dosis aplicada se retuvo dentro de la piel para una posible absorción a largo plazo dentro de la circulación.

La cantidad absorbida parecía correlacionarse con la longitud de la cadena de carbono dentro de la molécula. Las sustancias con cadenas de carbono más largas mostraron niveles más bajos de absorción, mientras que los compuestos con cadenas más cortas que se introdujeron para reemplazar las PFAS de cadena de carbono más larga, como el PFOA, se absorbieron más fácilmente. La absorción de ácido perfluoropentanoico, por ejemplo, fue cuatro veces mayor que la del PFOA (59%).

El coautor del estudio, Mohamed Abdallah, afirmó: «Nuestro estudio da una idea de la importancia de la ruta dérmica como vía de exposición a una amplia gama de sustancias químicas permanentes. Dada la gran cantidad de PFAS existentes, es importante que los estudios futuros tengan en cuenta el riesgo que supone la existencia de tan amplia gama de estas sustancias químicas tóxicas, en lugar de analizar una única sustancia química cada vez».

El coautor del estudio, el profesor Stuart Harrad, de la Universidad de Birmingham, añadió: «Este estudio nos ayuda a comprender cuán importante podría ser la exposición a estos químicos a través de la piel y también qué compuestos podrían ser absorbidos más fácilmente.

«Esto es importante, porque vemos un cambio en la industria hacia productos químicos con longitudes de cadena más cortas, porque se cree que son menos tóxicos; sin embargo, esto quedaría compensado porque absorbemos más de ellos, por lo que necesitamos saber más sobre los riesgos involucrados”.

A la luz de estos hallazgos, ¿debería modificarse la legislación en torno a la utilización de estas sustancias? ¿Cómo podemos, como consumidores, protegernos de estos «químicos eternos»?