El 17 de marzo de 2023 marcó un hito en la historia de las pensiones en España. Ese día, se publicó en el Boletín Oficial del Estado el decreto ley para la reforma del sistema de pensiones. Este nuevo proceso legislativo consagra el cambio al sistema de cálculo dual para las nuevas pensiones, que estará en vigencia entre el 1 de enero de 2026 y 2044, y trae consigo una serie de modificaciones adicionales.
Una de esas modificaciones se refiere a la pensión de jubilación contributiva, que una persona puede comenzar a cobrar siempre que presente una solicitud que acredite que cumple con los requisitos de edad y cotización. Estos parámetros han estado aumentando progresivamente desde 2013. El decreto establece que, entre ese año y 2027, tanto la edad mínima para jubilarse como los períodos de cotización necesarios seguirán aumentando hasta que alcancen los 65 años con 38 años y 6 meses o más de cotización o 67 años con menos de 38 y 6 meses de cotización.
Otra figura que está presente en el nuevo marco legal es la jubilación anticipada. Esta modalidad de jubilación es accesible para los trabajadores que cumplen ciertos requisitos y aceptan aplicar un coeficiente reductor. En otras palabras, la Seguridad Social permite que los contribuyentes se retiren antes de lo que les correspondería, siempre y cuando renuncien a una parte de su pensión en función de cuántos años les queda por cotizar.
Esta decisión de jubilarse antes de tiempo no debe tomarse a la ligera. Es fundamental conocer cuánto poder adquisitivo se «perderá» al hacerlo, ya que esto afectará los ingresos de por vida. Por ejemplo, si un trabajador decide jubilarse dos años antes de cumplir los 65 años y ha cotizado menos de 38 años y seis meses, su pensión se reducirá un 21%.
Esto significa que aquellos que decidan jubilarse a los 63 años (dos años antes de los 65) tendrán aplicado un coeficiente reductor del 21% sobre su pensión si han cotizado menos de 38 años y 6 meses. Este coeficiente será del 19% si han cotizado entre 38 años y 6 meses y 41 años y 6 meses, del 17% si han cotizado entre 44 años y seis meses y 41 años y 6 meses, y del 13% si han cotizado lo mismo o más de 44 años y 6 meses.
Para poder jubilarse anticipadamente, los interesados deben cumplir con ciertos criterios. Primero, deben haber cotizado como mínimo 35 años. Segundo, del periodo de cotización, «al menos dos años deben estar comprendidos dentro de los 15 inmediatamente anteriores antes de solicitar la jubilación anticipada».
Estos cambios y modificaciones en el sistema de pensiones en España son una respuesta a los desafíos económicos y demográficos que enfrenta el país. La reforma busca garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, al tiempo que asegura que las personas mayores puedan mantener un nivel de vida digno tras la jubilación. Sin embargo, como con cualquier reforma, los efectos a largo plazo y la eficacia de estas medidas seguirán siendo objeto de análisis y debate en los próximos años.