El problema de las especies exóticas invasoras ha generado una preocupación creciente en todo el mundo, pero especialmente en España, donde su impacto en los ecosistemas locales y en la economía del país es cada vez más significativo. Estas especies, que no son propias de nuestros ecosistemas y están desplazando a las nativas, no solo contribuyen a la pérdida de biodiversidad, sino que también generan pérdidas económicas considerables.
Según un estudio publicado en la revista ‘Quercus’, dirigido por la investigadora Ana Novoa y otros cuatro científicos, el coste de las especies exóticas invasoras en España ha ascendido, al menos, a más de 232 millones de euros desde 1997, lo que supone un promedio de casi 8,6 millones de euros al año durante el citado periodo.
El estudio se basa en los datos contenidos en el proyecto internacional InvaCost, que recoge toda la información disponible sobre los costes económicos causados por las especies invasoras. Sin embargo, los científicos concluyeron que las cifras referidas a España estaban probablemente subestimadas y no reflejaban de manera fiable la realidad del país. Por ello, tras contactar directamente con las administraciones y organismos relacionados con la lucha contra las especies invasoras, calcularon que el gasto total efectuado en España contra estas especies es, al menos, de 232 millones de euros.
Entre las especies que más daño están causando a los ecosistemas españoles y a su economía, destaca el jacinto de agua o camalote (Eichhornia crassipes), una planta acuática que se está apoderando de los ríos españoles a gran velocidad. La lucha contra esta especie ha supuesto ya un desembolso de 53 millones de euros de las arcas públicas.
Las plantas invasoras son responsables del 60% de los costes estimados para España. La segunda especie que más dinero cuesta es el eucalipto, que ha provocado pérdidas por 41 millones de euros en el periodo analizado. Le sigue la caña común (Arundo donax), con 11,3 millones de euros, el rabo de gato (Cenchrus setaceus), con ocho millones de euros, y la uña de gato (Carpobrotus), con cuatro millones.
En cuanto a los animales invasores, el mejillón cebra es el que más costes genera, con un total de 17 millones de euros. Sus larvas se fijan a las tuberías y, cuando crecen, taponan conductos que colapsan infraestructuras de todo tipo, especialmente en cauces fluviales. Le sigue el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), que afecta a las palmeras y ha causado pérdidas de 19,5 millones de euros, la avispa asiática, con 4,5 millones de euros, y el caracol manzana (Pomacea), con cinco millones de euros. Por último, el visón americano es el único vertebrado que aparece entre las diez especies invasoras más costas de España, con un coste estimado de seis millones de euros.
En definitiva, la lucha contra las especies exóticas invasoras en España implica una gran inversión económica y esfuerzos significativos para conservar la biodiversidad del país. Sin embargo, los investigadores advierten que las cifras reales podrían ser aún mayores, ya que no siempre se dispone de toda la información sobre los costes exactos de las campañas de erradicación y control de estas especies. Por lo tanto, la lucha contra las especies invasoras sigue siendo un desafío importante para la conservación de los ecosistemas y la economía española.