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En medio de una reciente controversia sobre los horarios de trabajo nocturnos en la hostelería de España, la Vicepresidenta Segunda y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reavivado el debate al calificar los horarios como «irracionales» y sugerir que trabajar después de las diez de la noche conlleva riesgos para la salud y debería ser mejor remunerado. Su comentario ha provocado una respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien cuestionó la intención subyacente de estas afirmaciones, declarando: «Nos quieren puritanos, materialistas, socialistas, sin alma, sin luz y sin restaurantes porque les da la gana. Aburridos y en casa».

Para evaluar las percepciones públicas, EL PERIÓDICO realizó cuatro encuestas a sus lectores sobre la necesidad de ampliar, reducir o mantener los horarios actuales de apertura y cierre de bares y restaurantes. El objetivo era medir si las opiniones diferían según la perspectiva de un cliente, propietario, camarero o vecino de un bar. Este experimento no buscaba alcanzar conclusiones científicas, sino explorar las posibles variaciones en la percepción ciudadana al considerar las diferentes partes involucradas.

Los resultados de la encuesta mostraron una tendencia común en todas las categorías: los lectores parecen favorecer la reducción de los horarios de apertura y cierre de los bares, independientemente de si son vecinos, camareros, propietarios o clientes. La opción de mantener los horarios actuales fue la segunda más votada en cada encuesta, dejando la idea de ampliar las franjas horarias en minoría en todos los escenarios. Sin embargo, los porcentajes de apoyo variaron según cada premisa, y también en función del género y la edad.

En general, más del 70% de los camareros y vecinos de bares preferirían recortar horarios, un porcentaje que disminuye hasta alrededor del 50% en el caso de clientes y propietarios. Entre los clientes, las mujeres son más partidarias de reducir los horarios que los hombres. Las franjas de edad más jóvenes (menores de 25 años) y más mayores (mayores de 64 años) son quienes más apoyan mantener los horarios actuales. En el resto de edades, prevalece la opción de recortarlos.

En el caso de los propietarios, las mujeres también son más propensas a favor de reducir los horarios en comparación con los hombres. Por edades, la reducción es más popular entre los propietarios de mayor edad y entre los lectores de 35 a 54 años, mientras que los más jóvenes prefieren no cambiar los horarios.

En cuanto a los camareros, que son el grupo más afectado por las precarias condiciones laborales, existe un fuerte apoyo a favor de recortar los horarios, tanto entre hombres como mujeres y en todas las franjas de edad.

De manera similar, entre los vecinos de bares, la preferencia por la reducción de horarios es significativamente mayor entre ambos sexos y todas las edades.

Estos resultados nos ofrecen una valiosa visión de las percepciones y opiniones de diferentes grupos de interés en relación con los horarios de la hostelería en España. Más allá del debate político, es crucial considerar estas perspectivas para tomar decisiones informadas y equilibradas que beneficien a todas las partes involucradas.

Por Daniel