Los movimientos en Naturgy agitan el equilibrio de poder entre grandes accionistas

En el primer trimestre del año, Catalunya continuó su tendencia de perder más sedes empresariales de las que ganó, según los datos publicados por el Colegio de Registradores. La región vio un saldo negativo de 84, con 175 empresas eligiendo Catalunya como su ubicación, mientras que 259 se marcharon.

A pesar de que la Comunidad de Madrid registró el mayor número de salidas en el primer trimestre, con 424, estas fueron equilibradas por la llegada de nuevas sedes, resultando en un saldo positivo de 151. En términos de salidas, Madrid y Catalunya fueron seguidas por Andalucía con 193 y la Comunitat Valenciana con 114. Sin embargo, Catalunya lideró el saldo negativo entre entradas y salidas, seguida por Andalucía y Euskadi, ambos con un saldo negativo de 31.

La mayoría de las empresas que abandonaron Catalunya eligieron mudarse a Madrid, con 132 de las 259 empresas optando por esta opción. La Comunitat Valenciana, Andalucía y Baleares siguieron a Madrid, con 29, 27 y 21 empresas respectivamente, según los datos del Colegio de Registradores.

Este saldo negativo para Catalunya no es una sorpresa. En 2023, la región continuó perdiendo más sedes de empresas de las que ganó. Esta tendencia contrasta con la de la Comunidad de Madrid, que cerró el año pasado con un nuevo saldo positivo de 44. Aunque fue la región con el mayor número de salidas de empresas, también fue la que atrajo el mayor número de nuevas sedes.

Durante los cuatro trimestres de 2023, Catalunya tuvo un total de 856 salidas y 696 llegadas de empresas. En Madrid, la proporción fue inversa: 1.623 salidas y 1.667 llegadas. Desde octubre de 2017, más de 5.700 sedes han abandonado Catalunya. Sin embargo, el saldo neto, es decir, la diferencia entre las que se fueron y las que llegaron, es una pérdida de unas 2.700. En Madrid, la comunidad ha ganado 1.800, después de que más de 7.000 sedes se mudaron durante este periodo de tiempo y casi 9.000 se instalaran.

Ante esta tendencia de predominantemente salidas sobre llegadas de sedes en Catalunya, se han propuesto varias soluciones. Una de ellas es la necesidad de alcanzar la estabilidad política. Otra es la polémica propuesta de Junts de crear incentivos para atraer de nuevo a las compañías e incluso penalizar a las que no regresen.

El movimiento de las sedes empresariales tiene un impacto significativo en las economías locales. Las empresas aportan empleo, inversión y crecimiento económico, y su pérdida puede ser un golpe duro para cualquier región. Sin embargo, las decisiones de las empresas sobre dónde ubicar sus sedes a menudo están influenciadas por una variedad de factores, incluyendo la estabilidad política, el clima económico, y las políticas fiscales y regulatorias.

Para Catalunya, parece que el desafío será encontrar formas de atraer a nuevas empresas y retener a las existentes. El equilibrio entre las necesidades de las empresas y las de la región será clave. Ya sea a través de incentivos, estabilidad política o una combinación de ambos, Catalunya tendrá que encontrar una solución que funcione para todos los interesados.

En conclusión, el balance de sedes empresariales en Catalunya sigue siendo una preocupación. Con una tendencia continua de más salidas que llegadas, se necesitan soluciones efectivas para revertir esta situación. La estabilidad política y los incentivos para atraer nuevas empresas podrían ser parte de la solución, pero será fundamental encontrar un equilibrio que funcione tanto para las empresas como para la región.

Por Daniel