La Donación de Óvulos: Una Mirada al Viaje de una Mujer y el Complicado Mundo de la Fertilidad Asistida
La historia de Silvia Nanclares es una que refleja un camino familiar para muchas mujeres que buscan la maternidad. Como otras, Nanclares llegó a la donación de óvulos tras sucesivos intentos fallidos de fecundación ‘in vitro’ con sus propios óvulos. «El porcentaje de mujeres que entran en una fecundación ‘in vitro’ y terminan con una ovodonación es muy alto», asegura Nanclares. A sus 39 años, cuando comenzó a intentar el embarazo, ya se consideraba «mayor» para la inseminación artificial.
Nanclares, autora del libro ‘Quién quiere ser madre’ (Alfaguara), ha reflexionado mucha veces sobre si es una «mala feminista» por haber recurrido a la donación de óvulos. La mayoría de las donantes son mujeres jóvenes que necesitan el dinero para continuar estudiando o para pagar sus gastos. Reconoce que este hecho le causaba conflictos éticos: «Lo que más me costaba era el mercado reproductivo», explica.
El Deseo de la Maternidad y la Vulnerabilidad Emocional
Para Nanclares, el deseo de quedar embarazada se convirtió en el «centro de su vida» al entrar en la cuarentena. Este deseo afectó su relación de pareja, sus hábitos y generó un desgaste psicológico significativo debido a la dificultad para lograrlo. Cuando recurrió a la reproducción asistida a los 41 años, su vulnerabilidad emocional era palpable.
En la clínica de fecundación, lograron extraerle muy pocos óvulos, lo que la llevó a recurrir a la ovodonación. Tenía 43 años cuando quedó embarazada por primera vez con los óvulos de una donante. «Fue a la primera», recuerda con alivio.
Nanclares es consciente de que la donación de óvulos es un acto que no se realiza por altruismo, sino por la compensación económica que implica. «En países como Reino Unido o Italia, donde no hay compensación económica, no hay donantes. El anonimato y lo económico se juntan en España», explica. Es por esto que España es el país de la UE donde más donación de óvulos se realiza.
La Industria Reproductiva y los Intereses Mercantiles
Nanclares reflexiona sobre cómo la donación de óvulos nace en el seno de la industria reproductiva, un sector que, a diferencia de la donación de órganos en la sanidad pública, está regido por intereses mercantiles. No obstante, menciona que la ley de reproducción asistida de 2006, que establece ciertas garantías mínimas, la tranquilizó en cierta medida.
La donante de óvulos es para Nanclares una especie de «fantasma» en su vida, una presencia en su vida y en la de sus hijos. «Es la persona que ha facilitado que tengamos una familia», dice. A sus hijos les explica que vinieron al mundo «por otro camino», e insiste en que hubo una persona fundamental para su existencia.
Nanclares cree que es necesario «revisar» la ley para garantizar que estos procesos no sean «masivos». También muestra su desacuerdo con que la clínica tenga «más acceso» al historial de sus hijos que ellos mismos. Según explica, ese historial solo se puede abrir en caso de enfermedades extremas que requieran, por ejemplo, una donación de médula.
La historia de Silvia Nanclares es un reflejo de las complejidades y desafíos que enfrentan muchas mujeres en su búsqueda de la maternidad. Su experiencia destaca la necesidad de replantearse las prácticas y regulaciones en torno a la donación de óvulos. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a mercantilizar la vida y la maternidad? ¿Cómo podemos garantizar la ética y la equidad en la reproducción asistida?