La evolución positiva del Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León: Un análisis detallado
El inicio del año 2024 ha sido especialmente positivo para la economía de Castilla y León. El primer trimestre ha sido testigo de un avance económico del 3 por ciento en términos interanuales, lo que representa una evolución favorable de su Producto Interior Bruto (PIB). Este incremento es un hecho relevante, ya que es claramente superior a la media de España, que se sitúa en el 2,4 por ciento, y es seis veces por encima del promedio de la Unión Europea, que ha quedado en el 0,5 por ciento. Además, este avance económico ha multiplicado por cuatro al de la Zona Euro, según ha destacado el Consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en la presentación de los datos de Contabilidad Regional de los tres primeros meses de este ejercicio.
Este avance ha sido plenamente coherente con los datos económicos y sociales, incluyendo la mayor bajada del paro en Castilla y León. Además, esta comunidad autónoma es una de las que ha experimentado un mayor incremento de la producción industrial, se encuentra en el podio de los territorios exportadores y ha visto cómo su producción agrícola ha entrado en positivo.
Un análisis sectorial del crecimiento económico
En términos sectoriales, la agricultura, mucho más que la ganadería, junto con los servicios, son los sectores más activos que han contribuido a este crecimiento. El sector primario ha iniciado el año con un avance del 11,9 por ciento, una cifra muy superior a la de los dos años anteriores, que fueron muy negativos y cerraron restando hasta 13 y 9 puntos, respectivamente.
El sector primario fue el único que creció más que en 2023, mientras que el resto de los sectores, aunque siguen en positivo, han reducido un poco su ritmo de crecimiento. Los servicios, que también han contribuido a impulsar el PIB, han crecido un 2,9 por ciento en términos interanuales. Por su parte, la industria y la construcción, aunque con datos de crecimiento relevantes del 2,2 por ciento en ambos casos, han avanzado en menor medida, aunque partían de cifras elevadas, según ha señalado Carriedo.
Desde el punto de vista de la oferta, el mayor impacto en el alza lo ha registrado el consumo final de los hogares, es decir, la demanda interna, con valores ciertamente muy positivos y más aún teniendo en cuenta de dónde veníamos, ha indicado el consejero. Ha pasado de aportar 1,8 en el trimestre anterior a un 2,6, por encima incluso de las administraciones públicas, que desde que irrumpió el Covid-19 estaban por delante en gasto.
Finalmente, otro factor clave es el saldo exterior, en el que el valor de las exportaciones sigue siendo superior al de las importaciones y añade cuatro décimas al dato del PIB. Sin duda, estos resultados reflejan la fortaleza de la economía de Castilla y León y su capacidad para superar los desafíos y adaptarse a las nuevas circunstancias.