El partido Alemania-Dinamarca suspendido por la tormenta en Dortmund
El árbitro Michael Oliver interrumpe el partido por condiciones climáticas adversas
Pasada la media hora de partido, el árbitro Michael Oliver tomó la decisión de suspender el enfrentamiento entre Alemania y Dinamarca debido a una fuerte tormenta que caía sobre Dortmund. Las autoridades habían advertido de una tempestad intensa que se abatiría sobre la ciudad alemana al final de la noche. Sin embargo, el clima inclemente llegó antes de lo esperado.
La decisión de Oliver, al principio, sorprendió a muchos, aunque ya se advertían los lejanos destellos de los rayos. Las bolas de granizo que cayeron pocos minutos después de que el árbitro inglés enviara a los futbolistas al vestuario justificaron su decisión.
El partido se encontraba en su minuto 36
En el minuto 36 del partido Alemania-Dinamarca, el segundo octavo de final de este sábado, el marcador registraba el 0-0 inicial. Oliver había anulado un gol a Schlotterbeck en un cabezazo de córner por una presunta interferencia de Ilkay Gündogan sobre Kasper Schmeichel en el minuto 4.
«Debido a las adversas condiciones climatológicas, el partido ha sido suspendido. Más información en breve», informaron las pantallas del estadio en tres idiomas: alemán, danés e inglés.
El aguacero provoca torrentes de agua en las viseras del estadio
El intenso aguacero provocó auténticos torrentes de agua que caían en las esquinas de las viseras que, teóricamente, protegían a los aficionados. Aquellos espectadores que se encontraban en esa zona tuvieron que abandonar sus asientos y los que estaban en las primeras filas acabaron completamente empapados.
La inmensa mayoría de los espectadores aguantaron en sus localidades a que se reanudara el duelo, excepto los que se veían más afectados y los vips del palco. La tormenta no solo interrumpió el partido, sino que también afectó a los espectadores, que tuvieron que resguardarse o abandonar el estadio debido a la lluvia torrencial.
La espera por la reanudación
La decisión de la suspensión del partido por la tormenta dejó a los espectadores y a los jugadores en espera de la reanudación del encuentro. La incertidumbre se mantuvo hasta que las condiciones climáticas mejoraran.
El partido Alemania-Dinamarca se convirtió en una prueba de resistencia no solo para los jugadores, sino también para los espectadores, que aguantaron la tormenta en espera de ver el desenlace del encuentro. A pesar de las condiciones adversas, el espíritu deportivo se mantuvo vivo en el estadio de Dortmund.
La suspensión del partido por la tormenta en Dortmund marca un hito en el deporte, recordando a todos que, a pesar de la emoción y la pasión por el fútbol, la seguridad de los jugadores y los espectadores es siempre la prioridad. Esta decisión, aunque sorprendente al principio, demostró ser la correcta, anteponiendo la seguridad de todos los presentes en el estadio a la competencia deportiva.