La Agència Tributària de Catalunya (ATC) ha anunciado la publicación del padrón provisional del impuesto a los vehículos por las emisiones de CO2. Este impuesto, que apunta a vehículos como turismos, furgonetas y motocicletas, se basa en la cantidad de dióxido de carbono que estos vehículos emiten y el impacto que tienen en el medio ambiente y la salud pública en general.
La publicación del padrón provisional significa que los contribuyentes pueden ahora verificar que la información que la agencia tiene sobre ellos y sus vehículos sea correcta. Esto incluye la revisión de datos como el titular del vehículo y las características del mismo, como el tipo y la cantidad de emisiones de CO2 que produce.
Esta verificación se puede hacer de varias maneras. Los contribuyentes pueden acceder con el NIF y la matrícula del vehículo o con identificación digital, utilizando el idCAT Móvil u otro certificado digital. También pueden ver la cuota que tendrán que pagar en septiembre, cuando se publique el censo definitivo y comience el período de autoliquidación del impuesto.
Si los contribuyentes encuentran que la información es incorrecta o necesita modificaciones, pueden presentar alegaciones hasta el 6 de junio.
El ATC también ha proporcionado múltiples métodos para pagar el impuesto. Si el pago no se ha domiciliado, se puede hacer a través de la consulta del padrón definitivo en la sede electrónica del ATC; por teléfono, con pago automatizado; en entidades financieras colaboradoras, en las oficinas de Correos, y en todas las oficinas y delegaciones del ATC, previa cita.
El impuesto sobre las emisiones de CO2 fue aprobado por el Parlament en agosto de 2017. Desde entonces, la recaudación obtenida por el impuesto se destina íntegramente al Fondo Climático y al Fondo del Patrimonio Natural. Estos fondos se utilizan para realizar inversiones en acciones que buscan mejorar el medio ambiente, promover la movilidad sostenible y la transición energética, prevenir incendios forestales, adaptar los bosques a la emergencia climática y conservar los parques naturales.
Además de estas medidas, el impuesto también se utiliza para restaurar los ecosistemas marinos e impulsar la investigación y la innovación necesarias para mitigar el cambio climático.
El año pasado, el impuesto sobre las emisiones de CO2 recaudó alrededor de 51 millones de euros. Este dinero se invirtió en todas las acciones mencionadas anteriormente.
Este impuesto es parte de la agenda 2030 aprobada por el Govern y está en línea con las recomendaciones de organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE y la Comisión Europea. Todos estos organismos han abogado por la fiscalidad verde como una herramienta esencial para abordar la crisis ambiental y climática actual.
De acuerdo con la ley, los contribuyentes pueden disfrutar de una bonificación del 2% si domicilian el pago. Esta solicitud se puede hacer desde la consulta del padrón, en la sede electrónica del ATC, antes del 15 de julio.
La importancia de este impuesto radica en su doble función. Por un lado, pretende desincentivar el uso de vehículos que emiten grandes cantidades de CO2. Por otro lado, la recaudación obtenida se utiliza para financiar acciones que buscan mitigar el impacto del cambio climático y promover un estilo de vida más sostenible.
En resumen, el impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vehículos es un paso importante hacia un futuro más sostenible en Cataluña. Con su implementación, la Agència Tributària de Catalunya está ayudando a liderar el camino hacia un futuro más verde y sostenible.