Con la temporada de cosecha de la uva a la vuelta de la esquina, la zona de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles se prepara para liderar una vez más el comienzo de la recolección en Europa. Esta región vinícola es conocida por su temprana vendimia, que se espera comience en las próximas semanas.
Según el Consejo Regulador, así como la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) y varios representantes de bodegas en la zona, la cosecha final de este año, que se anunciará a finales de septiembre, será ligeramente superior a la del año anterior. Sin embargo, los niveles de producción seguirán siendo bajos, continuando una tendencia de cinco años de disminución en la cantidad de uva recolectada.
Es importante recordar que la vendimia del verano de 2023 concluyó con la recolección de 26,09 millones de kilos de uva, lo que representó una disminución interanual de más del 10 por ciento. Estas cifras están muy por debajo del promedio para la zona productora ubicada en el sur de Córdoba, que oscila entre 40 y 45 millones de kilos.
Expectativas para la Vendimia 2024
Enrique Garrido, Secretario General del Consejo Regulador de Montilla-Moriles, informó que las primeras uvas se comenzarán a recolectar a finales de julio, dos semanas después de lo que ha sido habitual en los últimos años. Las primeras variedades que se recolectarán incluyen las uvas para vinos jóvenes, chardonnay, verdejo y moscatel, mientras que la recolección de la uva más representativa de la DOP, la pedro ximénez (PX), comenzará en el mes siguiente.
Según Garrido, la primavera fue excepcional en términos climáticos, lo que favoreció el desarrollo de la planta y redujo la aparición de enfermedades. Por lo tanto, las expectativas de producción son muy positivas, aunque la cosecha no será alta debido al estrés hídrico generado por cinco años de sequía.
Además de la disminución de la producción, la superficie dedicada a la viticultura también ha disminuido. Las estadísticas oficiales del Consejo Regulador indican que el año pasado terminó con una superficie de 4.275 hectáreas, 291 menos que el año anterior, lo que representa una disminución de más del 6 por ciento.
A pesar de estas dificultades, el presidente de la Sectorial de la Viña de ASAJA en la provincia de Córdoba, Juan Manuel Centella, coincidió con Garrido en que se espera una mayor cosecha de uva en comparación con la temporada pasada. Sin embargo, Centella advirtió de los daños causados por la humedad y los efectos de las granizadas registradas a finales de junio.
En cuanto al precio que recibirá el agricultor, Centella se mostró optimista, ya que se espera una subida, pero no se prevé una gran cosecha. Además, apenas hay existencias en los mercados y la cotización del vino blanco en toda España está en unos niveles muy interesantes en comparación con el tinto.
Por su parte, el director de Bodegas Robles, Francisco Robles, tiene mejores expectativas para su empresa, ya que prevé un aumento de la producción de entre el 10 y el 15 por ciento. Según Robles, sus viñedos, todos ecológicos, han tenido una buena floración y cuajado, y las lluvias de Semana Santa han sido muy beneficiosas para la cosecha. Robles espera que la calidad sea espectacular, siempre y cuando no suceda nada fuera de lo común en las próximas semanas.
En resumen, a pesar de las dificultades de los últimos años, los productores de la DOP Montilla-Moriles se muestran optimistas de cara a la próxima vendimia. Aunque la producción seguirá siendo baja en comparación con los años anteriores, la esperanza es que las condiciones climáticas favorables de la primavera y las lluvias de Semana Santa resulten en una cosecha de mayor calidad y cantidad.