El quebrado prestamista de criptomonedas Voyager Digital ha recibido la aprobación judicial para admitir la oferta de 1.000 millones de dólares americanos de Binance US, filial estadounidense de Binance, por sus activos, ratificando de esta manera el acuerdo al que las partes llegaron a fines de 2022. Cabe rememorar que la compañía, en quiebra tras la caída del fondo Three Arrows Capital, había llegado un convenio con la filial estadounidense de FTX para ser salvada por 1.400 millones de dólares americanos solamente un mes antes que la firma de Sam Bankman-Fried se tuviese que declarar en bancarrota.
Según los términos del acuerdo, la interfaz establecida por Changnpeng Zhao va a ofrecer a los mucho más de 1,2 millones de clientes del servicio la opción de sacar el dinero. El acuerdo no va a poder cerrarse hasta el momento en que el juez de quiebras estadounidense Michael Y también. Wiles apruebe el plan de liquidación de la quiebra.
La operación fué objeto de un profundo escrutinio por la parte de varios reguladores, incluyendo el Comité de Inversiones Extranjeras en USA (CFIUS), que realizó una revisión de seguridad nacional sobre la adquisición a lo largo del periodo de tiempo de vacaciones. Además, cabe rememorar que Binance estáría siendo investigada por el Departamento de Justicia por viable lavado de dinero. En los últimos días se ha conocido que EEUU habría enviado convocatorias judiciales a diferentes fondos de cobertura para entender mucho más sobre su relación con el mayor ‘exchange’ de criptomonedas de todo el mundo.
A lo largo de la visión judicial conmemorada el pasado martes, el letrado de Voyager Digital, Joshua Sussberg, declaró que la compañía se encontraba respondiendo a las intranquilidades planteadas por el CFIUS. “Nos encontramos coordinándonos con Binance y sus abogados no solo para llevar a cabo en frente de esa investigación, sino más bien asimismo para enseñar de manera voluntaria una petición para seguir en este desarrollo”, explicó.
En una presentación judicial con fecha del 30 de diciembre, CFIUS declaró que su revisión podría perjudicar a la aptitud de las partes para llenar las transferencias, el calendario de finalización o los términos pertinentes. En el caso de que el Comité considerase que la transacción provoca intranquilidades que se relacionan con la seguridad nacional, podría denegar o deshacer la transacción u organizar a las partes implicadas que alteren los términos del acuerdo.
Por su lado, la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus iniciales en inglés) presentó una objeción frente al Tribunal de Quiebras de Novedosa York el 4 de enero, en donde puso en duda la aptitud de Binance US para hacer la transacción. El regulador asimismo mostró su malestar por la “falta de datos sobre de qué forma los deudores quieren garantizar los activos de los clientes del servicio, introduciendo qué salvaguardas se implementarán para resguardarlos contra hurtos o pérdidas”.
Sin embargo, el tribunal dio luz verde a la operación, explicando que los reguladores de valores podrían ponerse en contra a la autorización final de la venta más adelante.
Voyager prevé que la venta dejará a los clientes del servicio recobrar el 51% del valor de sus depósitos en el instante de la declaración de quiebra. Sussberg explicó que si el CFIUS inhabilita la transacción, Voyager se va a ver obligada a reembolsar a los clientes del servicio con la criptomoneda que tiene, lo que se va a traducir en una menor rentabilidad para los clientes del servicio de la compañía.
5/ There will not be a single substantial transfer of crypto from Voyager to https://t.co/5sjac1H4CW on the closing date that would be at risk in a https://t.co/5sjac1H4CW insolvency.
— Voyager Official Committee of Unsecured Creditors (@VoyagerUCC) January 10, 2023
En este sentido, el Comité Oficial de Acreedores No Asegurados (UCC) de Voyager, una organización que representa a los acreedores sin garantías reales sobre Voyager, apoyó la operación en su forma de hoy, señalando que el acuerdo daría sitio a mayores recuperaciones para los acreedores que si Voyager liquidara sus participaciones por sí sola, lo que ocurriría si el CFIUS inhabilita la operación.
“Dejando a un lado la economía, el aspecto más esencial de cualquier transacción para el UCC era asegurar que todas y cada una de las ‘criptos’ esten seguras entre el cierre de la transacción y el instante en que cada acreedor puede retirarlas”, explicaron desde la interfaz en su cuenta de Twitter. Además, señalaron que “Binance US acordó efectuar una sucesión de cambios esenciales” como no llevar a cabo ninguna transferencia de Voyager a Binace US que ponga bajo riesgo de insolvencia a la filial estadounidense del coloso de las criptomonedas.